Imagen, conocida como La Flor del Oeste, ha vivido una infancia privilegia. Criada entre sedas, su padre, el señor de Carrisford, la ha mantenido lejos del sufrimiento de la época cruel en un país en convulsión. Pero todo desaparece cuando la violencia y la muerte irrumpen en el castillo. Muerto su padre, conquistada su tierra, Imagen se convierte en el más preciado botín de guerra: el que se case con ella se convertirá en el señor feudal más poderoso de la comarca. Imagen necesita un defensor y la única elección segura es la del bastardo FitzRoger, un hombre fuerte y luchador pero cuya rudeza la lleva a pensar que ha reemplazado un monstruo por otro. Mientras se avecina la batalla, la joven no sabe si el temblor que la sacude cuando él está cerca es fruto del miedo, o de algo muy diferente…
Después de ser asaltado su castillo por el temible Warbrick, que pasa a cuchillo a algunos servidores, mata al señor de Carrisford y roba del castillo todo cuanto puede dejando un desastre tras de sí, Imagen no tiene otro remedio que escapar junto a su viejo senescal, Siward. Como dos pordioseros, atraviesan el territorio en busca de la ayuda necesaria para enfrentar a su enemigo. Para pasar más desapercibida, mete cojines bajo su vestido para parecer en estado de buena esperanza. Así llegan al castillo de Cleeve, colindante con sus tierras, propiedad de Tyron FitzRoger, más conocido como El Bastardo.
Ty no tarda en descubrir que la pordiosera que le pide ayuda es la dama conocida como La Flor del Oeste y que ni mucho menos está embarazada. Y que se trata de una belleza sin igual.
Tyron acepta ayudarla a recuperar su castillo y con su propio dinero lo repara hasta dejarlo aceptable. Pero hay dos cosas que desea: al tesoro de Carrisford, que se sabe que es grandioso, y a la propia muchacha. Imagen tiene que acceder a casarse con él para librarse de Warbrick y del conde de Lancaster, que la pretende.
Es una novela llena de acción que nos introduce con total facilidad en la época medieval. No me cabe duda de que Jo Beverley tiene un don especial para describirnos la edad media sin tapujos ni medias tintas, sin adornarnos las cosas. Consigue que veamos los castillos, las luchas y los guerreros como si estuviéramos viendo una película.
He disfrutado con esta historia porque hacía mucho que no leía una novela medieval con unas descripciones tan estupendas.
Después de ser asaltado su castillo por el temible Warbrick, que pasa a cuchillo a algunos servidores, mata al señor de Carrisford y roba del castillo todo cuanto puede dejando un desastre tras de sí, Imagen no tiene otro remedio que escapar junto a su viejo senescal, Siward. Como dos pordioseros, atraviesan el territorio en busca de la ayuda necesaria para enfrentar a su enemigo. Para pasar más desapercibida, mete cojines bajo su vestido para parecer en estado de buena esperanza. Así llegan al castillo de Cleeve, colindante con sus tierras, propiedad de Tyron FitzRoger, más conocido como El Bastardo.
Ty no tarda en descubrir que la pordiosera que le pide ayuda es la dama conocida como La Flor del Oeste y que ni mucho menos está embarazada. Y que se trata de una belleza sin igual.
Tyron acepta ayudarla a recuperar su castillo y con su propio dinero lo repara hasta dejarlo aceptable. Pero hay dos cosas que desea: al tesoro de Carrisford, que se sabe que es grandioso, y a la propia muchacha. Imagen tiene que acceder a casarse con él para librarse de Warbrick y del conde de Lancaster, que la pretende.
Es una novela llena de acción que nos introduce con total facilidad en la época medieval. No me cabe duda de que Jo Beverley tiene un don especial para describirnos la edad media sin tapujos ni medias tintas, sin adornarnos las cosas. Consigue que veamos los castillos, las luchas y los guerreros como si estuviéramos viendo una película.
He disfrutado con esta historia porque hacía mucho que no leía una novela medieval con unas descripciones tan estupendas.
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