Zane Mackenzie, jefe de un comando de la Armada de los Estados Unidos. Su misión es rescatar a Barrie Lovejoy, la hija mimada de un embajador, que ha sido secuestrada por un grupo terrorista. Lo que debiera haber sido algo sencillo, se convertiría en la misión más importante de su vida.
En esta novela nos encontramos con Zane Mackenzie. Ya conocemos a esta familia, porque la autora tiene varias historias de ellos.
Zane es un oficial que ha conseguido ascender y que echa de menos estar en completa acción. No es hombre de despacho, sino de campo. Le gusta el riesgo y el peligro.
Por eso, cuando Barrie Lovejoy, la hija de un diplomático, es secuestrada, acepta de inmediato la misión que le encomiendas para rescatar a la muchacha.
¿Qué puedo decir del protagonista masculino? Pues que Zane es de esos hombres que nos gustan, atrevido, capaz de arriesgarse, al que no le importa el peligro porque en el fondo disfrutar viéndose en situaciones comprometidas. Tiene un carácter que enamora, porque también puede ser cariñoso y dulce, y delicado, y generoso… Por lo menos en algunos pasajes de la novela. En otros, es como el acero. Tal vez por eso me ha gustado este personaje. Porque podemos ver dos vertientes en él. Justamente, las dos que suelen gustarnos en nuestros protagonistas. Ni meloso, ni demasiado duro, sino una mezcla entre ambos.
Barrie es también una protagonista femenina que me ha gustado. Una se la imagina como la típica niña de papi, melindrosa y ñoña. Nadas menos que la hija de un diplomático. Pues nada de nada. Vamos, que es otra cosa. Y de tonta no tiene ni un pelo. Es valiente, decidida y hasta capaz de enfrentarse a situaciones límite.
Situar el argumento en un lugar enemigo en el que el peligro está a la orden del día, es otra de las cosas de esta novela que me ha entusiasmado.
Las escenas caliente, son muy buenas.
Una novela muy entretenida, que se lee con facilidad y que hace pasar un buen rato.
En esta novela nos encontramos con Zane Mackenzie. Ya conocemos a esta familia, porque la autora tiene varias historias de ellos.
Zane es un oficial que ha conseguido ascender y que echa de menos estar en completa acción. No es hombre de despacho, sino de campo. Le gusta el riesgo y el peligro.
Por eso, cuando Barrie Lovejoy, la hija de un diplomático, es secuestrada, acepta de inmediato la misión que le encomiendas para rescatar a la muchacha.
¿Qué puedo decir del protagonista masculino? Pues que Zane es de esos hombres que nos gustan, atrevido, capaz de arriesgarse, al que no le importa el peligro porque en el fondo disfrutar viéndose en situaciones comprometidas. Tiene un carácter que enamora, porque también puede ser cariñoso y dulce, y delicado, y generoso… Por lo menos en algunos pasajes de la novela. En otros, es como el acero. Tal vez por eso me ha gustado este personaje. Porque podemos ver dos vertientes en él. Justamente, las dos que suelen gustarnos en nuestros protagonistas. Ni meloso, ni demasiado duro, sino una mezcla entre ambos.
Barrie es también una protagonista femenina que me ha gustado. Una se la imagina como la típica niña de papi, melindrosa y ñoña. Nadas menos que la hija de un diplomático. Pues nada de nada. Vamos, que es otra cosa. Y de tonta no tiene ni un pelo. Es valiente, decidida y hasta capaz de enfrentarse a situaciones límite.
Situar el argumento en un lugar enemigo en el que el peligro está a la orden del día, es otra de las cosas de esta novela que me ha entusiasmado.
Las escenas caliente, son muy buenas.
Una novela muy entretenida, que se lee con facilidad y que hace pasar un buen rato.
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