Cuando ese amor secreto vio la luz Mckenna fue despedido. Nunca más volvieron a verse ni a saber el uno del otro hasta doce años después.
John Mckenna regresa a Stony Cross como uno de los socios americanos de Marco, el nuevo Lord Westcliff tras la muerte del antiguo conde. El antiguo mozo de cuadra ha hecho fortuna y aunque nunca podrá ser considerado un igual entre la nobleza inglesa, goza de una buena posición en América, respeto y orgullo.
Pero no son sólo negocios lo que le llevan de vuelta a Inglaterra, sino el afán de venganza. Desea hacer sufrir a Lady Aline y pagar con creces el precio a sus ilusiones rotas.
La antigua magia es una de mis novelas preferidas de Lisa Kleypas. Tengo debilidad por las historias de amores imposibles, esos amores que parecían destinados a no suceder jamás, y también por los historias de segundas oportunidades. La antigua magia es la historia de una segundad oportunidad y además contiene un amor imposible.
Creo que la historia de Lady Aline Marsden, la hija del conde de Westcliff, y John Mckenna, un humilde mozo de cuadra tiene reminiscencias a Cumbres borrascosas, pero sin ese halo trágico que acompaña a la fantástica novela de Emily Brönte, lo que la convierte en una romántica y preciosa novela en la línea de las solemos leer en este género, y que ocupa además de un lugar privilegiado en mi estantería.
Las diferencias entre clases sociales es el principal obstáculo a sortear por los protagonistas de esta novela. En principio es sólo eso lo que los separa. En una época y en una sociedad que no ve con buenos ojos que la hija de un conde, poseedor de uno de los títulos nobiliarios más antiguos y prestigiosos de Inglaterra, se enamore y mucho menos se case con alguien de un rango inferior. Por desgracia John Mckenna es un mozo de cuadra y eso condena al fracaso el amor de los jóvenes enamorados, sin importan cuán enamorados estén.
Pero por supuesto hay otros motivos que los separan y hacen más difícil la relación entre ellos: el odio.
Después de El precio del amor, donde se menciona por primera vez la ancestral propiedad de Stony Cross, La antigua magia da comienzo a la primera de las novelas que, sin guardar siempre una relación directa, están protagonizadas por los miembros de los Marsden, dueños de dicha propiedad y ambientadas en ella. En lo que es uno de las señas de Lisa Kleypas, que acostumbra a mencionar personajes y lugares de otros libros, Stony Cross se convierte en el marco de esta mágica y conmovedora historia de amor que tiene un protagonismo remarcable también en otras novelas.
Pero de todas cuanto nacen en Stony Cross es una de mis preferidas.
Es ese aire trágico que inevitablemente me recuerda -como menciono antes- a Cumbres borrascosas es una de las razones por las que me conmueve la historia de Aline y Mckenna. Razones que no puedo comentar en profundidad para no desvelar el que es uno de los grandes secretos de La antigua magia. Amor y odio, compasión y orgullo son algunas de las emociones que unen a Aline y Mckenna y que creo traspasan el papel.
La evolución que siguen los protagonistas, tanto por el paso de los años como las vivencias y desengaños sufridos, me parece primordial y es lo que hace, desde mi punto de vista, que su historia nos cale de tal manera. De la joven y osada Aline que conocemos al principio poco queda cuando Mckenna regresa doce años después. Y del mismo modo del respetuoso y devoto mozo de cuadras al hombre atormentado y con deseos de venganza existe una diferencia abismal. Una diferencia que Lisa Kleypas logra hacer desaparecer en una escena y una de las declaraciones de amor más hermosas que he leído nunca.
Pero antes, capítulo a capítulo, encuentro tras encuentro, van destruyéndose algunos de los rencores que separan a Aline y Mckenna.
Pero La antigua magia narra dos historias de amor, pues además de la de Lady Aline Marsden y John Mckenna cuenta otra preciosa: la de Giden Shaw, el socio capitalista de Mckenna, un americano con problemas de alcoholismo, y Lady Livia, la hermana menor de Marcus y Aline, una muchacha deshonrada y repudiada por la sociedad.
Aunque tengo predilección por la historia de Mckenna y Aline, la de Livia y Gideon me parece preciosa, tanto que creo que bien podría haber tenido su propia novela pero, realmente, me parece maravillosa tal como se narra e incluida en La antigua magia pues ensalza un libro ya de por sí conmovedor.
Y, como no, existe todo un plantel de personajes secundarios entrañables y encantadores que enriquecen la calidad de esta historia: el leal y protector Marco, la tierna y maternal señora Faircloth o el divertido e irreverente Adam.
Antes de finalizar quiero señalar dos curiosidades. Por un lado que a causa de la traducción, en unas novelas a Lord Westcliff se le llama Marco y en otras Marcus, pero es el mismo personajes, y otra que guarda relación con esa tendencia que menciono antes de Lisa Kleypas a mencionar a personajes de otras novelas. Puesto que La antigua magia se publicó hace algunos años, entonces me pasó desapercibido pero a día de hoy, después de leer la saga de los hermanos Hathaway y releer La antigua magia, puedes percatarte que existe un guiño de la autora. Cuando Mckenna y Gideon se hospedan en Londres lo hacen en el Rutledge, el hotel de un enigmático Harry Rutledge, el que será el protagonista de Tempt me at twilight.
En casi todas las novelas existe alguna escena que con el paso del tiempo siempre perduran en mi memoria y cuando recuerdo esa historia me vienen a la cabeza. En La antigua magia hay dos; una, la escena en que Mckenna llora en brazos de la señora Faircloth, el ama de llaves que crió a Mckenna y Aline, y otra, la desgarradora y preciosísima escena en que Mckenna y Aline se sinceran el uno con el otro.
Aún así hay muchas más: el cortejo de Mckenna o la escena final entre Livia y Gideon. Es que La antigua magia es una novela que considero muy romántica y emotiva. Tal vez sea por las maravillosas historias de amor que cuenta, tal vez por la mágica atmósfera que rodea a Stony Cross, por ese halo trágico romántico que acompaña a este libro. Sea como sea es, sin ninguna duda, una de mis novelas románticas preferidas y una historia que siempre me deja con una sonrisa en los labios y jamás me canso de leer.
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