Cuatro valerosos soldados que regresan de la guerra y deben abrirse camino en un reluciente nuevo mundo. Ésta es la historia del cínico Rafe, que rescata a una encantadora niña abandonada y pierde el corazón en el proceso...
Rafe Ramsey, el hijo del difunto Conde de Axebridge, no cree en el amor. Pero eso no significa que esté dispuesto a aceptar el matrimonio de conveniencia que le propone su familia para asegurar la línea de sucesión. En lugar de ello, toma la impulsiva tarea de seguir el rastro de la nieta desaparecida de una acaudalada familia inglesa y se dirige a tierras lejanas. En Egipto, no encuentra a una asustada joven sino a una bonita mujer que huye de algo más serio que una no deseada proposición de matrimonio...
Ayisha ya no es una ingenua niña de ojos grandes después de seis años en las calles no es víctima fácil para ningún hombre. En cualquier caso tampoco es rival para las maniobras de Rafe...ni sus besos. Antes de pase mucho tiempo se encuentra de regreso a Inglaterra con Rafe para abrazar una nueva vida y a una nueva familia. Pero cuando los oscuros secretos de su pasado la atrapan, amenazan con destruirlos a ambos. Y Rafe se verá obligado a elegir entre las creencias de toda una vida... o el amor.
Esta es la tercera entrega de la serie Jinetes oscuros. En este caso es el turno de Rafe Ramsey, el segundo hijo del difunto conde de Axebridge, quien más que un hijo para el conde, fue un estorbo. Su plena dedicación fue para su hijo mayor. A Rafe lo mandó a vivir con su abuela y en cuanto concluyó sus estudios se encargó de comprarle un puesto en el ejército. Con un pasado tan poco ligado a su familia, no es de extrañar que a Rafe le interese muy poco todo cuanto tenga que ver con ellos. Sin embargo, es un hombre responsable y sabe cuáles son sus obligaciones, así que cuando su hermano, tras muchos años de matrimonio sin descendencia, le prepara una boda puesto que en él recae la tarea de la sucesión, Rafe acepta aun sin conocer a la novia, aunque la condición que su hermano y su cuñada han pactado con su futura esposa, haga que se le revuelvan las tripas.
Durante la cena de la boda de su íntimo amigo Harry (protagonista de la segunda entrega de la serie), conoce a una amiga de su querida abuela. Esta mujer le comenta que ha sabido que existen muchas posibilidades de que su nieta, Alicia Cleeve, única hija de su difunto hijo, a quien hasta hace poco creía muerta, esté viva en alguna parte de Egipto, y le propone ir en su búsqueda. Rafe decide emprender una última aventura antes de encadenarse en un matrimonio que no le agrada en absoluto, y acepta el encargo.
En Egipto, una joven de 19 años cuyo nombre es Ayisha, vive escondida bajo la apariencia de un muchachito que responde al nombre de Azhar. Lleva malviviendo en las calles desde que tenía 13 años y vio morir a sus padres víctimas de la peste. Escondida bajo la cama de su agonizante madre, escucha cómo unos hombres la buscan para venderla a Zamil, el mayor traficante de esclavas de la zona.
Gracias a la caridad de Laila, que se gana la vida horneando empanadas, ella y el pequeño Alí, un niño huérfano a quien Laila también ha acogido bajo su protección, Ayisha sobrevive y tiene lo que para ella es su familia. Su sueño y el de Laila es conseguir alguna vez el dinero suficiente para establecerse junto con el pequeño Alí en Alejandría y comenzar los tres una nueva vida.
Las cosas marchaban, relativamente, hasta que aparece Rafe, haciendo preguntas y enseñando, a todo el que lo quiere ver, una pintura que representa a una Ayisha de 13 años.
Ya he dicho en las anteriores críticas que he hecho de los libros de esta serie, que Anne Gracie me encanta por su manera de contar historias. Esta novela sigue la misma línea que las anteriores, aunque quizá aquí hay mucha más aventura. El hecho de que parte de la historia transcurra a caballo entre Egipto y altamar, agrega un plus de exotismo que los libros anteriores no tienen. Sin embargo, aun habiéndome gustado, este ha sido quizá el que menos me ha entusiasmando de todos. Pudiera ser que tuviera unas altísimas expectativas en él, que las tenía, o que he echado en falta algo más de acción. Casi seguro que al leer la sinopsis y ver que la novela se iba a desarrollar en Egipto, ya iba yo preparada y con ideas preconcebidas. Desde luego no faltan aventuras, ya lo dije antes, pero a mí me han parecido suaves.
La relación entre los protagonistas en muy bonita, se desarrolla lentamente y nada llega antes de que toque. A medida que Ayisha va confiando más en Rafe, va contándole su historia y él le habla de su vida como soldado, su infancia y las relaciones con su familia e íntimos amigos. De este modo vas viendo como ambos se van enamorando.
Los diálogos estupendos y la narración de la autora fácil y muy amena.
Los secundarios, como ya pasara en las otras novelas de la autora, juegan un papel importantísimo en la historia, dan color y calor a la novela.
El final es típico de Anne Gracie: todo, absolutamente todo, atado y bien atado, todos cuantos han participado en la historia quedan felices y contentos.
Esta autora, ya lo he dicho más veces, escribe cuentos para mayores, y a mí me encantan.
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