Griffith Knighton ha encontrado la manera de evitar su matrimonio con una de las hijas del conde de Swanlea: intercambiará su identidad con la de un hombre que conoció en Swan Park. Y así matará dos pájaros de un tiro, por un lado se librará del yugo matrimonial y, por otro, podrá buscar los documentos que demostrarán su legitimidad. Después de todo, Griff no está dispuesto a casarse con ninguna solterona, por más lucrativo que esto sea. Pero con lo que no contaba en su elaborado plan era con la voluptuosa Rosalind, capaz de tentar al mismísimo diablo.Rosalind está dispuesta a rebelarse contra el plan urdido por su padre de casarla con un rico heredero, sobre todo cuando ese hombre resulta ser del todo intolerante. Pero existe otra razón, un arrogante palurdo con el que sea tropezado en Swan Park que la hace vibrar, y Rosalind no puede negar el fuego abrasador que siente cuando está cerca de él. Si además viene envuelto en una capa de misterio y peligro, ¿cómo no arriesgar su corazón por un hombre cuyos secretos podrían destruir su incipiente amor?¿Podrá hechizar Griff a la encantadora dama sin que por el camino su corazón sea víctima del mismo maleficio?
Pese a la aparente mayor oferta de novelas románticas que vivimos en nuestros días, lo cierto es, que no es tan fácil encontrarse con una novela romántica histórica, monda y lironda. Así que es de agradecer dar con esta rareza que en otros tiempos era lo natural.
Un amor peligroso es, ni más ni menos, una novela romántica. El relato de un encuentro, el paulatino descubrimiento de las motivaciones, carácter, y pasado de la pareja protagonista, la evolución de sus sentimientos, y la superación de las dificultades que les salen al paso para desembocar en el siempre deseado final feliz. Y qué queréis que os diga, quizá no sea una novela para llegar al paroxismo, pero lo que es en mi caso, después de tanto bicho y sexo indiscriminado que se nos ofrecen en las estanterías de las librerías, ha resultado una auténtica bendición.
Griffith Knighton es un hombre inteligente y resuelto, que se ha tenido que abrir paso en la vida a codazos. Tachado injustamente de bastardo, tuvo una infancia y juventud marcada por ese estigma y la pobreza. A fin de hacer fortuna no tuvo el menor escrúpulo en aliarse con las capas más bajas de la sociedad. Hoy es un hombre de buena posición, dudosa reputación, y un trabajador incansable. Pero ahora, menos que nunca, está dispuesto a seguirle el juego al hombre que destrozó su vida casándose con una de sus hijas para asegurar así el incierto futuro de las hermanas. Sin embargo, la escusa que se le brinda de ir a conocer las tierras que por derecho le pertenecen y que en un futuro no muy lejano ha de heredar, es demasiado atractiva como para dejarla pasar sin intentar rentabilizarla. Así que elabora un plan, que de tener éxito, le dará la oportunidad de hacerse con la prueba de su legitimidad y al mismo tiempo vengarse de la persona que tanto mal le hizo en el pasado. Un cambio de identidad con su hombre de confianza le va a permitir moverse más libremente y, con suerte, conseguir el certificado de matrimonio de sus padres, que les fue arrebatado en el pasado. Con él en su poder, no tendrá por qué desposar a una de las hijas de su enemigo para recuperarlo. No está en disposición de casarse, y mucho menos, con una de las solteronas de Swan Park.
Rosalind es una de las tres hijas del moribundo conde de Swanlea. Pese a soñar con ser actriz, como su madre, ha tenido que encargarse de la administración de la finca familiar. Una finca que sabe que nunca podrá heredar por el simple hecho de haber nacido mujer. El futuro se presenta ciertamente sombrío, pero no está dispuesta a consentir que su padre se salga con la suya, casando a una de sus hijas con el próximo dueño de las tierras. Rosalind está lista para enfrentarse al heredero con toda la fuerza de su carácter, sin embargo, lo que nunca hubiera podido imaginar, es que sus enfrentamientos y suspicacia terminarían recayendo en el dudoso caballero que le acompañaba y que dice ser su asalariado.
Desde su primer encuentro podemos observar la atracción y repulsa que ambos protagonistas sienten por el uno por el otro. Ambos dan muestra de su inteligencia, ingenio y rápida respuesta, con lo que la lucha de voluntades está servida. Griffith intentará engañar a Rosalind para poder hacerse con la prueba y ella, aun ajena a su verdadero objetivo, no piensa permitir que ese truhan la tome por tonta.
Para conocer lo que ocultan, las razones que les llevan a su “inconveniente” enamoramiento, cómo conseguirá resolver Griff la farsa, y alguna sorpresa más que se guarda entre sus páginas, tendréis que leerla.
Un amor peligroso es una historia relativamente sencilla, de corte de lo más tradicional. La lectura de esta novela ha resultado de lo más grata a mi paladar. Pero si tengo que sacarle un pero, este correspondería al diálogo acerca del vocabulario que se puede emplear para denominar a los órganos sexuales. Nunca he podido con ese tipo de escenas que, en mi caso al menos, son de no saber si reír o llorar.Sin necesidad de grandes misterios, Un amor peligroso consigue mantener nuestra atención, al mismo tiempo que resulta de lo más amena esperando el próximo encuentro y el consiguiente enfrentamiento entre sus dos protagonistas. Posee además el aliciente de poder ir siguiendo el inicio de un enamoramiento entre dos secundarios, que por sus características personales tan dispares, llama mucho la atención. En resumen, puede ser una lectura de lo más apetecible si lo que pretendes leer es una novela romántica sin “fuegos de artificio” de por medio.
Un amor peligroso es, ni más ni menos, una novela romántica. El relato de un encuentro, el paulatino descubrimiento de las motivaciones, carácter, y pasado de la pareja protagonista, la evolución de sus sentimientos, y la superación de las dificultades que les salen al paso para desembocar en el siempre deseado final feliz. Y qué queréis que os diga, quizá no sea una novela para llegar al paroxismo, pero lo que es en mi caso, después de tanto bicho y sexo indiscriminado que se nos ofrecen en las estanterías de las librerías, ha resultado una auténtica bendición.
Griffith Knighton es un hombre inteligente y resuelto, que se ha tenido que abrir paso en la vida a codazos. Tachado injustamente de bastardo, tuvo una infancia y juventud marcada por ese estigma y la pobreza. A fin de hacer fortuna no tuvo el menor escrúpulo en aliarse con las capas más bajas de la sociedad. Hoy es un hombre de buena posición, dudosa reputación, y un trabajador incansable. Pero ahora, menos que nunca, está dispuesto a seguirle el juego al hombre que destrozó su vida casándose con una de sus hijas para asegurar así el incierto futuro de las hermanas. Sin embargo, la escusa que se le brinda de ir a conocer las tierras que por derecho le pertenecen y que en un futuro no muy lejano ha de heredar, es demasiado atractiva como para dejarla pasar sin intentar rentabilizarla. Así que elabora un plan, que de tener éxito, le dará la oportunidad de hacerse con la prueba de su legitimidad y al mismo tiempo vengarse de la persona que tanto mal le hizo en el pasado. Un cambio de identidad con su hombre de confianza le va a permitir moverse más libremente y, con suerte, conseguir el certificado de matrimonio de sus padres, que les fue arrebatado en el pasado. Con él en su poder, no tendrá por qué desposar a una de las hijas de su enemigo para recuperarlo. No está en disposición de casarse, y mucho menos, con una de las solteronas de Swan Park.
Rosalind es una de las tres hijas del moribundo conde de Swanlea. Pese a soñar con ser actriz, como su madre, ha tenido que encargarse de la administración de la finca familiar. Una finca que sabe que nunca podrá heredar por el simple hecho de haber nacido mujer. El futuro se presenta ciertamente sombrío, pero no está dispuesta a consentir que su padre se salga con la suya, casando a una de sus hijas con el próximo dueño de las tierras. Rosalind está lista para enfrentarse al heredero con toda la fuerza de su carácter, sin embargo, lo que nunca hubiera podido imaginar, es que sus enfrentamientos y suspicacia terminarían recayendo en el dudoso caballero que le acompañaba y que dice ser su asalariado.
Desde su primer encuentro podemos observar la atracción y repulsa que ambos protagonistas sienten por el uno por el otro. Ambos dan muestra de su inteligencia, ingenio y rápida respuesta, con lo que la lucha de voluntades está servida. Griffith intentará engañar a Rosalind para poder hacerse con la prueba y ella, aun ajena a su verdadero objetivo, no piensa permitir que ese truhan la tome por tonta.
Para conocer lo que ocultan, las razones que les llevan a su “inconveniente” enamoramiento, cómo conseguirá resolver Griff la farsa, y alguna sorpresa más que se guarda entre sus páginas, tendréis que leerla.
Un amor peligroso es una historia relativamente sencilla, de corte de lo más tradicional. La lectura de esta novela ha resultado de lo más grata a mi paladar. Pero si tengo que sacarle un pero, este correspondería al diálogo acerca del vocabulario que se puede emplear para denominar a los órganos sexuales. Nunca he podido con ese tipo de escenas que, en mi caso al menos, son de no saber si reír o llorar.Sin necesidad de grandes misterios, Un amor peligroso consigue mantener nuestra atención, al mismo tiempo que resulta de lo más amena esperando el próximo encuentro y el consiguiente enfrentamiento entre sus dos protagonistas. Posee además el aliciente de poder ir siguiendo el inicio de un enamoramiento entre dos secundarios, que por sus características personales tan dispares, llama mucho la atención. En resumen, puede ser una lectura de lo más apetecible si lo que pretendes leer es una novela romántica sin “fuegos de artificio” de por medio.
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