Serie Fast Track,
libro 1º
Tamara Rigg es un
personaje que me ha llegado, posiblemente porque perdí un compañero hace años
en un acciente de auto y dejó a su esposa viuda, también a la edad de la
protagonista, pero con dos niños. Así que me impactó nada más ver el argumento.
Pero Tamara, como
todo el mundo, debe rehacer su vida y lo hace al conocer a otro piloto, Elec.
Ni que decir tiene la cantidad de dudas de la protagonista ante este hecho,
porque para nada quiere involucrarse de nuevo con otro piloto de carreras de
autos, ya ha tenido suficiente sufriendo por culpa de uno. Ahora bien, la
atracción está ahí y cada vez le es más complicado mostrarse fría.
Erin McCarthy, hasta ahora, era una autora desconocida para
mí. Sin embargo Al límite es una novela de trama sencilla, pero lo
suficientemente entretenida y divertida, como para estar deseando contar de
nuevo con la oportunidad de leer otra obra de su autora.
Tamara Briggis es viuda de un piloto de carreras y madre de
dos hijos. Ante el mundo se presenta elegante y atractiva, aunque en la
intimidad no puede dejar de reconocer el efecto de la ley de la gravedad, los
años y los embarazos que muestra su cuerpo. Han pasado dos años desde el
terrible accidente en el que perdió la vida su marido y ha llegado el tiempo de
buscar un nuevo compañero: alguien en quien apoyarse, alguien que no esté fuera
de casa todo el tiempo, alguien que caliente su solitaria cama. A pesar de sus
buenos propósitos lo cierto es que el primer candidato, si bien cumple los dos
primeros requisitos, en el tercero falla estrepitosamente.
¿Está dispuesta a estar con un hombre anodino solo por no
estar sola? ¿Está dispuesta a renunciar para siempre a unas saludables y
satisfactorias relaciones sexuales por la seguridad que le ofrece un hombre
aburrido?
La respuesta es, definitivamente, NO.
En la misma fiesta en la que se da cuenta del error que está
a punto de cometer, conoce a un hombre que sí altera sus hormonas con una
simple mirada: Elec Monroe. Y si el destino parece confabularse para que sea
con él con el que abandone la fiesta -tras acabar su relación con Mister
insulso-, será su cuerpo el que tome el mando en el último minuto para que
acabe pasando la noche junto a él.
A la mañana siguiente tiene claro que ha sido una
experiencia de lo más gratificante y adictiva pero, que es del todo imposible
mantener una relación con Elec. ¿Otro piloto? Va a ser que no, además es
demasiado joven y atractivo. Y encima pertenece a una familia que mantiene una
clara enemistad con sus suegros, a los que ella adora.
Sin embargo para Elec las cosas son bien distintas: ha
encontrado la mujer con la que le gustaría pasar el resto de su vida y es
preciosa. Ahora solo falta convencerla para que le dé una oportunidad.
Al límite puede tener un planteamiento sencillo, pero asegura
una lectura de lo más divertida y entretenida. Hay situaciones disparatadas y
diálogos ingeniosos cargados de humor. La carga sensual es importante, pero no
está exenta de ternura y sinceridad. Sus protagonistas son estupendos y los
secundarios que les acompañan, también. Una ambientación distinta, con la
imagen cargada de testosterona que parece rodear al mundo de la velocidad,
contribuye a que su lectura resulte en cierta forma novedosa.
Al límite es una de esas novelas que procuran evasión,
diversión y optimismo. En los tiempos que corren bien merece la pena disfrutar
de unos protagonistas de hoy y un amor que triunfa. Y si añadimos la compañía
de unos secundarios firmes candidatos a ser algún día protagonistas, mejor que
mejor. Yo me apunto.
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