Álvaro, Celia y Nico, tres amigos que lo compartieron todo de niños se reúnen en el funeral de un pariente millonario que, ¡oh, sorpresa!, les ha dejado en herencia su bodega centenaria y sus ricos viñedos. Sin embargo, el testamento contiene una trampa, heredará la fortuna aquel de los tres que primero se case. ¿Quién logrará hacerse con la herencia? Un viaje a Las Vegas, secretos, malentendidos, y el hallazgo de un tesoro inesperado hará que cada uno de los protagonistas acabe encontrando lo que más desea... aunque ni ellos mismos lo sepan.
Los tres protagonistas de esta historia son amigos íntimos, inseparables desde la infancia y con una característica común: comparten padrino. Este padrino es don José María, un pariente lejano, huraño y no querido por nadie, poseedor de una vasta fortuna y sin hijos a los que legarla.
Don José María intentó a lo largo de los años manipular a sus ahijados para hacer a alguno de ellos su heredero. A pesar de que en su día les pagó un año de postgrado a fin de que se especializaran en alguna profesión que pudiera darles los conocimientos para que en el futuro se hicieran cargo de la bodega y los viñedos, le salió el tiro por la culata porque cada cual eligió la profesión que quiso.
Don José María ha muerto, pero ni aún así se ha dado por vencido y en su testamento ha dejado como herederos a los tres, pero sólo el primero que se case podrá heredarlo todo.
Álvaro, Celia y Nico se quedan estupefactos cuando se enteran de la última voluntad de su padrino, y si bien cada cual tiene su vida resuelta, solo Celia se aviene a buscar marido por los beneficios económicos que la venta de la bodega y los viñedos podrían reportarle, puesto que estos servirían para llevar a cabo la profesión para la que se ha preparado y la cual no puede ejercer como quiere.
Pensaba continuar esta exposición de la historia contando los entresijos que unen a los tres amigos, pero hacerlo significaría privar del placer de ir descubriendo poco a poco todo cuanto contiene este libro. Es más, si lo hiciera, con toda seguridad lo haría tan mal que pensaríais que la novela no merece la pena. Os aseguro que lo merece ¡y mucho!
Cuando leí Dama de tréboles ya dije que la narrativa de la autora me apasionó, que la historia era buenísima y que la novela no se quedaba solo en contar la relación de amor de dos personas, sino que ahondaba en otras muchas cosas y deleitaba al lector destapando poco a poco cuanto acontecía. Bueno, pues en esta novela estamos en las mismas. Olivia escribe tan bien que es un inmenso placer leerla. En esta novela cuida al máximo el lenguaje sin dejar por ello de hacerlo cercano, imprime un ritmo que va subiendo según pasas las páginas, y ha creado unos protagonistas tan humanos, tan verídicos, tan creíbles, que empatizas con todos. Va desgranando la vida del pasado y presente de cada uno de ellos y contando a la vez las cuitas de secundarios (¡de lujo todos!) que dibujan el escenario en el que se ambienta la historia de manera sublime.
Empecé la novela a las once y pico de la noche pensando en leer un par de horas, pero cerraba el libro a las cuatro y cuarto de la madrugada y solo porque lo había acabado. No pude soltarlo. Me hizo reír con algunas escenas y me desconcertó con otras. Genial la historia que Olivia ha inventado para Amelia, ¡ni por asomo la imaginaba! Entrañable el abuelo, buenísimos los diálogos y fantástica la ambientación que no agobia con detalles innecesarios pero que sitúa perfectamente.
Para aquellas a las que les encanta, como es mi caso, seguir también historias de amor secundarias, sabed que el libro también cuenta con eso.
Mención especial a Nico, a su personalidad y a su historia, a las escenas que protagoniza, a sus comentarios... Y un aplauso a la autora por la puesta en escena de cuanto acontece a este personaje, por no caer en tópicos, por el rigor, la seriedad y la dulzura de su relación.
Y en cuanto a los protagonistas, Álvaro y Celia, no voy a decir nada porque hay que leer su historia, pero sí quiero hacer hincapié en sus encuentros sexuales porque cualquiera que haya leído críticas o comentarios míos, sabe que no soy partidaria de las escenas explícitas ni de que las autoras se regodeen en ellas pues prefiero saber de la tensión, del deseo y de los sentimientos a flor de piel. Sin embargo, Olivia ha hecho de los momentos de sexo un compendio de ambas cosas, y lo ha hecho tan bien que aun en pleno maratón carnal sientes el amor que se profesa esta pareja.
En definitiva, Bésame y vente conmigo es una preciosa novela actual en la que no falta de nada, cargada de sentimientos, trabajada al máximo, cuidada en su lenguaje, mimada en sus historias, para nada simple y una delicia de lectura.
Por último, me gustaría felicitar a la editorial por la edición estupenda y el cariño que ha puesto en el resultado final del libro, porque aunque he encontrado un par de erratas, estas pasan desapercibidas y se perdonan gracias al "papel de regalo" con el que ha envuelto la bonita historia que ha creado su autora.
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