Libro 5 de la Serie: "Lords perdidos"
Mariah Clarke-Townsend, duquesa de Ashton, recibe la visita de Sarah, su hermana gemela, mientras atraviesa la etapa final de su embarazo. Las dos salen de paseo en carruaje y son víctimas de un secuestro. Para salvar a su hermana, Sarah se hace pasar por ella. Después de someterla a toda clase de rigores, sus captores la trasladan a Irlanda, y, aunque está cada vez más debilitada, Sarah nunca deja de buscar la oportunidad de escapar. Mientras tanto, el marido de Mariah contrata a su amigo Rob Carmichael, un aristócrata aventurero, miembro de la policía, para que rescate a Sarah. Rob es un profesional y posee un especial talento para encontrar personas, pero los secuestradores están dispuestos a todo con tal de cobrar el rescate, y además Rob no contaba con que terminaría enamorándose de Sarah, sumando la vulnerabilidad de la pasión al peligro de la aventura.
No es la primera novela que me leo de esta autora que siempre ha conseguido hacerme pasar buenos ratos. Es que su modo de narrar es uno de los mejores y, además, busca argumentos interesantes y utiliza lugares dispares. Me gustó La novia de China, Tormenta de pasiones, Ángel o bribón, Besos de seda y tanta otras. Es de esas escritoras a las que lees con gusto y por las que te dejas llevar.
El argumento de esta novela puede parecer un tanto simple: dos gemelas, una de ellas toma la personalidad de la otra. Pero no lo es. La prosa de esta autora la hace distinta y brillante, hace que el lector sienta lo que conmueve a los personajes y, por tanto, que simpatices con ellos al instante.
Desde que Sarah, para salvar a su hermana embarazada, se hace pasar por ella, el libro tiene un ritmo rápido, es una constante aventura sin que olvide por ello las escenas tranquilas, los diálogos interesantes y las vidas que se mueven al otro lado de las intrigas y los peligros mientras va desarrollando a los personajes.
Como en otras de sus novelas los protagonistas tiene ese sentido del honor que les obliga a ayudar a los demás. Sarah arriesga su bienestar por el bien de su hermana y Rob Carmichael el suyo por ayudar a su amigo, el duque de Ashton. Es un hombre íntegro, amante de la justicia y que, además, es un especialista en la búsqueda de personas desaparecidas, lo que ha demostrado ya trabajando para los Bow Street Runner.
En la primera parte de la novela, Rob sigue la pista de los secuestradores hasta Irlanda y consigue rescatar a Sarah. Aquí la autora nos deja muestras de su buena escritura para el romance narrando el modo en que la atracción entre ellos se va haciendo algo intenso y palpable. Me ha encantado el modo en que se van acercando el uno al otro mientras están envueltos en la aventura.
Nos sorprende entonces la señora Putney dando un giro a la historia y haciéndola más sosegada, dejando que el lector retome la tranquilidad después de los avatares del rescate, y trasladándonos a Inglaterra.
Rob ha sufrido algunas lesiones en su aventura, se recupera poco a poco y tiene que enfrentarse a otro problema: a pesar de estar ya enamorado de Sarah, un nuevo orden de cosas les obligan a tomar decisiones contrarias a su corazón. Es un hombre que no está de acuerdo con las distintas clases sociales, que se enfrenta a todo lo que su padre representa pero que, como conde de Kellington se debe a su título y a las gentes que dependen de él porque se encuentra con un montón de deudas a las que hacer frente. Fuerte de carácter y humilde, rebosante de ternura y valiente, consigue que te enamores de él. Desgraciadamente, así era muchas veces, y Rob no tiene otro remedio que intentar buscar a una heredera con fortuna si quiere sacar adelante su casa y sus propiedades.
Llegados a este punto mi mente hacía encajes de bolillo preguntándome cómo iba a resolver la autora el problema. Porque Sarah no es una rica heredera ni mucho menos, su renta es normal y no es la mujer que necesita nuestro protagonista. A pesar de saber de antemano que todo acabaría bien, admito que me puse nerviosa. A ver ahora por dónde salimos, me decía según iba bebiéndome las páginas, en cierta forma irritada con Sarah por su decisión de convencer a Rob a buscar esposa. Pero me quedaba la esperanza de un vuelco en la trama que solventase los problemas porque, lo que tenía claro es que Rob no encontraba a ninguna mujer que se pudiese comparar con Sarah.
Es una historia de intrigas y peligros, pero también de cariño, de amistad verdadera y de un romance inigualable que te hace disfrutar al máximo y ha conseguido que, tras leer bastante basura, me haya vuelto a enamorar de la novela romántica de toda la vida. Otra bonita novela de esta autora para guardar con cariño en mi corazón y en mis estanterías.
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