
Pero Lincoln está en Escocia para una breve visita, su madre lo envió a Inglaterra cuando aún era un niño y hacía poco que su padre había muerto, el rencor se instaló en su corazón y nunca perdonó a su madre por lo que él consideró un abandono, lo echó de su hogar. Pero al huir de su casa, necesitaba aire, cabalgar, alejarse de ese lugar que contenía tantos recuerdos se encontró con esa bella mujer y supo en ese instante que quería que fuese su esposa. Tras unas breves palabras se separan. Pero él al día siguiente marcha hacia el lugar donde vive la joven, por casualidad se encuentra con su padre y éste, tras una breve conversación le da su permiso para cortejarla. Cualquiera que no se la lleve tan lejos de su hogar será bien recibido….
Uno de sus muchos tíos, con el que se lleva pocos años y es más como un hermano la acompaña a Londres donde vivirá y será presentada por la duquesa de Worthston. Pero lo que ambos jóvenes no saben es que tendrán que luchar contra el pasado de Lincoln. Los tíos de Mellissa le consideran un loco desde su infancia, él cree que una de las razones por las que lo mandaron a Londres fue que no paraba de pelearse con los hermanos MacFearson. Tras el aviso de uno de ellos, todos se trasladan a Londres para prohibirle que corteje a su sobrina, pero ya es demasiado tarde, los jóvenes se aman y no pararán hasta demostrar que él no está loco y que los prejuicios de sus tíos solo provocarán infelicidad.
Tras varios enfrentamientos verbales a espaldas de Mellissa, Lincoln le cuenta su versión a Mellissa para que ella sea juez de toda esa historia. Pero alguno de los hermanos MacFearson no están de acuerdo y tratan de librarse de él. La situación es tan desesperada que los padres de Mellissa acuden a Londres antes de lo previsto para aclarar toda esa situación. Tras la negativa de Lochlan, padre de Mellissa los jóvenes se escapan, pero vuelven al día siguiente. Mellissa quiere casarse rodeada de su familia y Lincoln hará lo que sea para demostrar que no es el hombre que creen que es.
Tras la huída todos vuelven todos a Kregora, el hogar de los Mcgregor, donde Mellissa se tendrá que enfrentar a sus monstruos de infancia y Lincoln deberá encararse con su madre después de casi veinte años.
Se lee rápido, es ligero, pero debo admitir que desde el principio había algo que no me llenaba. Me gusta Johanna Lindesy, pero este libro no es de los mejores de ella. Las peleas infantiles parecían demasiado desmadradas, la actitud de la madre aunque llegué a entenderla lo que no comprendí por muchas razones que diera Lincoln era su actitud hacia ella, para mí era una actitud muy infantil, llevado por la rabia y sin querer razonar en ningún momento. A pesar de ello, se deja leer y para pasar el rato no está muy mal.
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