Una novela plena de heroísmo y romance, que describe la vida en un rancho en Norteamérica a fines del siglo XVIII. Novela finalista del VI Certamen de Novela Romántica organizado por editorial Vergara y El Rincón de la Novela Romántica. Anne McLeod, hija de un barón inglés, ha heredado una vasta propiedad en la lejana Virginia. Debido a una decepción amorosa, emprende la mayor aventura de su vida para hacerse cargo del magnífico rancho Eaglethorne. En su nuevo hogar conocerá a Harrison Bradley, un orgulloso vaquero de quien se enamorará perdidamente. Alexandra Martin Fynn, socióloga y profesora universitaria, vive y trabaja varios meses al año en Estados Unidos y otros tantos en Argentina. Desde niña ha sido una ávida lectora y, ya como joven y adulta, una viajera incansable.
Anne es una joven que abandona su Inglaterra natal tras un engaño amoroso. Ha heredado de su abuelo el duque una plantación de tabaco en Virginia. El rancho ha sido ignorado por la familia durante años, pero la joven está dispuesta a verlo florecer de nuevo. En el viaje la acompaña una viuda respetable, Madame Dujardin, aunque acostumbrada a las comodidades de Inglaterra, no puede negar la petición y la oferta del barón para que viaje junto con su hija. El padre de Anne contrata a Harrison Braddock, uno de los hombres más ricos de Virginia, vecino de Eaglethorne, y criador de caballos para que la acompañe desde la ciudad portuaria hasta el rancho. El primer encuentro entre ambos ya llama la atención y la tensión es más que palpable.
Braddock no tienen buenos recuerdos de los ingleses, su madre lo era y siempre se ha sentido despreciado por sus parientes que lo consideraban a él y a su padre como unos palurdos con dinero. Predispuesto a que Anne le caiga mal, en un principio la considera una damisela consentida y mimada, pero las acciones de la joven le van haciendo cambiar de opinión; desde cómo defiende a Myrtle, a cómo trata a los hermanos Riley.
Anne, no puede dejar de sentirse atraída por Braddock, aunque los cambios de humor hacia ella la mantienen a veces inquieta, a veces, aceptada y a veces apreciada. Anne, tras varios días de duro viaje, llega a Eaglethorne, pero su imaginación le había gastado una mala pasada. El rancho no es el lugar idílico y bien cuidado que esperaba. La situación que encuentran le hace poner los pies en la tierra. Contraria a la esclavitud no puede consentir la situación en Eaglethorne, claro que ambos aún no saben a lo que tendrán que enfrentarse en el futuro.
Una novela con una pizca de aventuras y un poquito de suspense, una ambientación lograda y mucha tensión entre los protagonistas. La historia de Anne y Harry es muy bonita y está llena de tensión debido al carácter de ambos, pero eso no hace sino hacerla aún más interesante. Los personajes secundarios, trabajadores del rancho y demás, me han gustado mucho, no podría nombrarlos a todos pero cada uno tiene un papel importante en la ardua tarea que tiene en Eaglethorne. Incluso encontramos otra pequeña gran historia de amor. Solo ha habido un par de detalles que me han parecido un poco cogido por los pelos y que no voy a contar para no hacer un spoiler.
Solo puedo añadir que esta novela ha sido una sorpresa muy agradable, que su ritmo de lectura es ágil y que he descubierto a una nueva autora a tener en cuenta.
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