Vitoria del siglo XV. Una historia de amores, odios y venganzas que comienza en el año 1404 con el nacimiento de Josef, segundo hijo del médico judío, David ben Sahadia. Con el tiempo, Josef se convertirá al cristianismo, mientras que su hermano Joshua se mantendrá fiel a la religión de sus antepasados.
Ambos crearán sus propias familias y sus destinos marcharán por caminos diferentes a lo largo de casi un siglo. Todo ello en el marco del casco viejo de Vitoria-Gasteiz y, en especial, la Casa del Cordón, palacio de los Sánchez de Bilbao en el cual fueron alojados los Reyes Católicos, y que aún se conserva como muestra de su antiguo esplendor.
Opinión:
Hasta ahora, y lamento reconocerlo, no había leído nada de Martínez de Lezea. Me entusiasma la novela histórica, de hecho tengo un buen número de ellas en mis estanterías, por eso cuando leí la sinopsis de La calle de la judería, sentí que tenía que comprarla.
Se ha escrito mucho y bueno sobre la vida de los judíos en España, novelas de una clase estupenda, perfectamente ambientadas y con una narrativa excelente. A pesar de todo, me ha sorprendido esta novela porque, aunque esperaba que me gustara, estaba casi segura por el argumento, creo que está escrita desde un prisma muy interesante. Además, que la ubicación de la historia no fuera, como otras muchas, en Andalucía o Toledo , y sí en el norte, en Vitoria, me llamó poderosamente la atención.
La historia nos sitúa en el 1400. Comenzamos a saber de una serie de personajes importantes en la novela: Yehudá, que ha estado tiempo fuera de Vitoria, David, que ha permanecido allí, la llegada de un nuevo miembro de la familia, Yosef, su esposa Sarai...
Nos vamos enterando de cómo han pasados esos años uno y otro hermano, Yehudá y David. Uno ha querido tener más conocimientos, se ha dejado los sesos estudiando para saber más, para entender el porqué de muchas cosas. El otro ha formado una familia y es lo que le importa de verdad.
Sin embargo, estos personajes que he nombrado no son los únicos, hay muchísimos porque la novela es la historia de varias generaciones de judíos y la narración nos va mostrando a los que van apareciendo. No os preocupéis, es imposible perderse entre tanto personaje porque hay una lista que ayuda a identificar a cada uno de ellos. Bastante útil, por cierto, en una novela que se extiende tanto en el tiempo.
La narrativa es muy buena, compleja a veces, con descripciones muy estudiadas, con una ambientación inmejorable y, además, de una amenidad que hace muy fácil leer la novela sin perder interés.
¿Qué sentimientos encontramos en esta historia? Todos. Vais a leer sobre la amistad, la fraternidad, el odio, el amor, el resquemor, el miedo y la esperanza.
¿Dónde vamos a situarnos? En el norte de España, en otra época, una fascinante que a mí, lo digo sin reservas, me ha atrapado por completo.
No se trata de una simple historia de judíos, se trata de ver que los personajes, dependiendo de su forma de pensar, admiten en mayor o menor medida lo que es sagrado para los suyos, lo que siempre han hecho, las tradiciones de su religión.
Tampoco se trata de conocer el modo de ver la vida de judíos o cristianos, en esta novela hay personajes que, por fortuna, no hacían distinciones de religión a la hora de elegir amigos.
Y nos ayuda a comprender los motivos por los que un judío, en determinado momento de su vida, decide abrazar la fe cristiana.
Un libro completo y fascinante que os va a enamorar, si os gustan las novelas históricas, y que yo desde luego recomiendo. No solo distrae, sino que se aprende con él.
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