Tras un intento fallido de escaparse juntos años atrás, Prisca Hawthorne ha tratado de mantener a distancia a lord William Westfield de todas las formas posibles. Pero a pesar de que ni siquiera tolera estar en la misma estancia que él, el dolor que esto le provoca es minúsculo comparado con el que siente cada vez que se separan. Por su parte, lord William se refugia en la bebida, el juego y las damas para olvidar a Prisca. Sin embargo, cuando se entera de que otro hombre lobo quiere hacerla suya, no se detendrá ante nada para recuperar a la mujer que nunca debió dejar escapar.
Este libro es el claro ejemplo de cómo puede cambiar un personaje de un libro al siguiente.
Aquí no he encontrado esos enfrentamientos llenos de pullas y dobles sentidos de los libros anteriores entre Will y Prisca. Es más, casi ni reconozco a Will. Prisca se ha mantenido como en los libros anteriores, aunque aquí me ha parecido, sobre todo al principio, una joven consentida, mimada y que debe hacerse su voluntad.
Prisca Hawthorne lleva toda su vida enamorada de su vecino William Westfield. Hace cuatro años, cuando ella tenía apenas quince años estuvieron a punto de fugarse a Escocia para casarse. Desde ese momento los enfrentamientos entre ambos ha sido la rutina que ha dirigido sus vidas, siendo vecinos pero odiándose.
Aunque la fuga fallida se nombra varias veces creo que la razón por la que no se llevó a cabo es bastante simple, como si se quisiera resolver sin esforzarse lo más mínimo, tanto hablar de ella para darle una solución tan decepcionante.
Will había decidido renunciar a Prisca, pero eso es hasta que llega a casa de la joven, invitado por uno de sus hermanos, otro licántropo. El conde de Brimsworth es un licántropo salvaje que desde el primer momento se enfrenta a Will.
Por otro lado tenemos a los hermanos Hawthorne que han decidido ya es hora que Prisca se case, y nadie mejor para tratar a su hermana, que su vecino William Westfield.
Los encuentros y desencuentros entre ambos serán la trama central de la novela.
Para mí ha sido el más flojo de estas tres primeras entregas, me ha costado terminarlo. Si los otros me los leí en un suspiro este no ha sido así, se me ha hecho más lento y eso que la trama no podía ser más simple.
Al ver los otros tres libros de esta serie ya publicados en USA reconozco que el siguiente me llama mucho la atención ya que tiene como protagonistas al conde de Brimsworth y la bruja vidente del aquelarre de Edimburgo, Caitrin McLeod.
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