
A pesar de un primer encuentro muy frío, Isabel no dejará de intentarlo, y menos aun cuando reciba una caja tallada y cinco mil libras de parte del conde. Ashby siempre aparece ante ella con una máscara que le cubre gran parte de la cara, pero el antiguo Ashby sigue ahí e Isabel lo constata cuando lo visita con su sobrina Danielli. Isabel intentará ir derribando las barreras que Ashby ha levantado alrededor de sí mismo, y Ashby comprenderá que ya ha expiado la culpa que lo corroía desde hacía dos años.
Cómo me gustan estos protagonistas tan introvertidos y algo traumatizados. Ashby es un personaje difícil de olvidar, y todo el dolor que guarda dentro es suficiente para hacer enloquecer a cualquiera. Me ha encandilado cuando se mostraba tierno y atento y dejaba a un lado ese humor gruñón que lo caracteriza. Aunque hay algunas cosillas que no me han gustado tanto; tras la discusión con Isabel por no querer salir durante el día con ella, o cuando se niega a quitarse la máscara, pero le basta con una conversación con Ryan y con Sophie para ir al teatro, no lo entiendo. Es como si se hubieran cambiado los papeles y el de diecinueve años fueran Ashby. Hay momentos en los que avanzan para luego retroceder, creo que ha alargado en exceso esa parte. Me hubiera gustado que se hubiera solucionado la situación de Iris, que siga conviviendo con un hombre que la maltrata tanto física como psicológicamente no me ha gustado nada.
En resumen que me ha gustado mucho, sí, pero no es perfecta, ese vuelta a lo mismo, de sí pero no, ha hecho que el libro se me hiciera un poco pesado. Aunque como he dicho antes, aun así, lo recomiendo porque merece mucho la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.