Valle de sombras, de Nora Roberts

Jake Mercy era un rudo, cruel y déspota ranchero de Montana. Tres veces se casó, con tres mujeres muy diferentes entre sí; una corista, una intelectual, y una bella india, con cada una de ellas tuvo una hija. Ningún varón que continuara con el rancho y la estirpe. Porque, aunque estaba Willa, la menor de las hermanas y la única que había vivido en el rancho toda su vida y quien sabía manejarlo tan bien como él, no contaba ni tenía importancia para su padre. Jack Mercy es uno de esos personajes que, pese a no salir directamente en la historia, lo odias desde el primer momento. En torno a su funeral se reúnen, por primera vez en sus vidas, sus tres hijas. Tess aparenta ser una mujer sofisticada, segura de sí misma y una pija a más no poder de Hollywood. Lily, la dulce y temerosa Lily llega al rancho huyendo de su ex marido maltratador. La simpatía hacia este personaje es inmediata, no le ha hecho mal a nadie y sus inseguridades están tan bien descritas y expresadas que uno no puede evitar sentir empatía hacia ella. Y por último está Willa, la única que ha vivido en el rancho. El golpe más duro se lo lleva Willa cuando descubre que para su padre ella era solo una más, por eso dividió el rancho entre las tres, sin importar todo lo que había trabajado la joven en ese rancho que era su vida. 

Las tres tenían que convivir un año en el rancho y bajo la supervisión de dos rancheros vecinos; Ben McKinnon y el ranchero pero también abogado Nathan Torrence. La madre de Willa murió cuando ella era una niña, pero no creció sola en el rancho. También estaba Adam, su medio hermano y mejor amigo, Bess, la mujer que se ocupaba de la casa y la cocina y que ha sido como una madre para ella, y Ham el capataz del rancho y quien le enseñó a Willa todo lo que sabe. Adam es medio indio y su conexión con los caballos es legendaria, cualquier animal herido se sentirá seguro con Adam, al igual que las personas. El sufrimiento que ve en los ojos de Lily es suficiente para que Adam la ronde como un vigilante protector. La relación de ambos surgirá poco a poco, será dulce y sin sobresaltos. Lily aprenderá a tener confianza en sí misma y a hacerse oír. 

Tess es la que tiene más reticencias a la hora de quedarse en el rancho. Ella no puede estar alejada tanto de su vida californiana, pero los millones son demasiado tentadores, así como Nathan, el alto y apuesto abogado que lee el testamento y que además cría caballos en un rancho vecino. Willa odiará a su padre cuando descubre que no es otro si no Ben Mckinnon el que tiene que supervisar el rancho. Willa es un personaje nada femenino, siempre con vaqueros y con pocas habilidades sociales. La llegada de sus hermanas trastocará toda su vida, ¡si hasta la obligan a ponerse un vestido e ir a darse un masaje! Hay algunas escenas que arrancan más de una carcajada. 

Los enfrentamientos entre Tess y Willa aportan un toque de humor que se agradece entre tanta tensión. Para no hacerles las cosas más fáciles a estas tres hermanas, una serie de asesinatos mantendrá en jaque a toda la zona. Al principio eran solo unos terneros, pero tras la muerte de una joven y de un trabajador del rancho todos estarán tensos, pero la vida continúa en Montana. Las necesidades del ganado y de los pastos cambiarán según la estación, y he podido ver cómo florecía la primavera, esos paisajes tan sobrecogedores en un lugar tan agreste. 

La trama de esta novela es fantástica, con varios personajes que podrían serlo y ninguno que el lector pueda creer capaz de tamaña barbaridad. Y las tres historias de amor, cada una distinta e igual de bonita, desde la apacible relación de Adam y Lily, la explosiva y eufórica de Tess y Nate y la más difícil de todas, la relación entre Willa y Ben. Aunque la historia principal, y por ende la más compleja, es la de Willa y Ben, las tres son el hilo conductor perfecto para esta novela. Esta novela tiene de todo, suspense, tensión, buenos personajes y tres historias de amor muy diferentes entre sí pero que encajan como si fueran piezas del mismo puzle. Solo puedo decir que es una gran novela, con una trama que atrapa desde el principio, con giros inesperados y con unos personajes diversos pero que provocan empatía, recelo, atracción y unos cuantos sentimientos más que tendréis que leer para descubrirlos.