Rivales de día, amantes de noche, de Nieves Hidalgo

Barbara Ross, tras la muerte de su único pariente, se ve obligada a viajar desde Edimburgo a Londres para ponerse a cargo del tutor elegido por su tío para ella. No sabe nada de ese sujeto salvo su nombre: Alan Chambers, vizconde de Maine. Imagina que será un caballero de edad avanzada, como lo era su tío, pero Maine no es, ni por asomo, lo que la muchacha espera encontrar.

Alan Chambers, segundo hijo del duque de Hatfield, ha aceptado la tutoría por la amistad que le unía a Thomas Ross, esperando tener como pupila a una niña. Tampoco él se imagina que va a encontrarse con una mujer en edad de casarse. La atracción que siente por ella desde el primer momento va a ponerle las cosas muy difíciles, sobre todo porque ha jurado no permitir que ninguna mujer domine su vida... como le sucedió a su padre.

Una antigua afrenta y el enfermizo deseo de venganza de un hombre, unido a la codicia de poseer una famosa esmeralda, propiedad de Barbara, harán que sus vidas peligren y que deban poner a prueba la fuerza de su amor.

Opinión:

Me encantan los libros en papel, cuando me es posible, y he de confesar que las novelas de esta autora las busco en ese formato. Por eso he tardado un poco en conseguirlas. ¿Lo bueno? Pues que me han regalado las dos primeras entregas al mismo tiempo, con lo que he disfrutado el doble. De todos modos, se pueden leer de forma independiente, que quede aclarado.

Voy pues, primero, con la entrega número uno. Rivales de día, amantes de noche. Londres. 1818.

La protagonista femenina es Barbara, una muchacha inglesa pero que ha sido criada por su tío en Escocia y que, a la muerte de este, no tiene otro remedio que quedar bajo la custodia del hombre elegido por él.

Barbara tiene un carácter fuerte y al mismo tiempo dulce. No he leído ni una sola protagonista de esta autora que sea ñoña, motivo por el que me encantan sus personajes. Digo que tiene un carácter fuerte porque es cabezota, quiere dirigir sus propios pasos sin la supervisión de un tutor, y toma decisiones que, en aquella época, resultaban atrevidas. Eso es lo bueno, dejar de lado el encorsetamiento de las mujeres de ese tiempo, romper moldes. Y digo que también tiene un carácter dulce porque se lleva bien con el personal de la mansión y se arriesga por ayudar a la gente que lo necesita. 

En cuanto al protagonista masculino, Alan Chambers, que es vizconde de Maine, qué puedo decir sino que me ha gustado una barbaridad. No entro en si es guapo o no, en si es un caballero o un poco tarambana, me ha gustado porque tiene un poco de todo y, además, acepta que su pupila tenga ideas propias y hasta que dirija su propia fábrica. Sumo a todo esto que es un hombre preocupado por cambiar la sociedad de esa Inglaterra, donde había mucha pobreza y desigualdad.

Muy divertidas las escenas entre ellos porque Barbara no admite tener un tutor y él nunca ha querido encargarse de una pupila. A la gresca desde el principio… hasta que se dan cuenta de que están enamorados, y aún así no dan su brazo a torcer. 

Mezclado con el romance, la autora nos regala un poco de intriga a cuenta de unas esmeraldas rusas, con un malvado que quiere conseguirlas a toda costa, aunque deba matar para tenerlas; hay también una antigua venganza y, por si fuera poco, un pasado que atormenta al vizconde y del que no se puede librar. A saber: un cóctel con todos los ingredientes.

Personajes a destacar: Liliana, la sobrina de Alan, el protagonista. Madre mía, es como una centella, incapaz de estarse quieta un minuto y con más redaños que muchos hombres. Casi una revolucionaria y eso que es hija de un duque. Suspiro por saber más de ella, tal vez la autora nos haga su propia historia porque es una muchacha especial.

También me ha gustado la abuela de Alan, que de inmediato se lleva bien con la chica y es otra mujer de aúpa.

La verdad es que todos los personajes que van saliendo se hacen entrañables y hacen de esta novela una lectura muy entretenida, de las que se vuelven a leer después de un tiempo.

¡Ah! Al final nos regalan una nota de autora con datos muy interesantes y un avance de la segunda entrega. 

Cristina