Te quiero, Marta, de Maria Ferrer Payeras

Porque las segundas oportunidades sí existen...

En la vida de Marta todo parece ir sobre ruedas: sus hijos, su trabajo como enfermera en una clínica de cirugía plástica, sus amigas, su casa... David, su marido, que lleva mucho tiempo viviendo con un océano de por medio, le acaba de anunciar que quiere separarse, pero eso no representa un gran cambio ni un mayor dolor para ella.

Para Toni, enterarse de que su prometida lo había engañado desde el inicio de su relación ha supuesto un revés importante. Regresa a casa de sus padres dispuesto a esconderse tanto como le sea posible y a tratar de recuperar su maltrecho orgullo. Sin embargo, su madre opina que esa opción no es la correcta: para salir a flote, hay que nadar. O, en el caso de Toni, trabajar en la clínica de cirugía plástica de un viejo amigo de la familia.

Ninguno de los dos cree que sea el momento adecuado de aprovechar segundas oportunidades.

La vida tiene otras ideas.

Puede contener spoilers

Tiene una portada que ya da una idea de que la historia va a ser bonita. Y lo es.

Esta autora tiene un modo de narrar sencillo, para nada tienes que irte a buscar palabras al diccionario, es muy fácil seguir la historia que cuenta.

De todos modos, la novela no carece de un argumento con fuerza, una relación poco habitual y puede que, para algunos, poco convencional.

La protagonista es Marta, una mujer que tiene ya dos hijos adolescentes y que trabaja en una clínica. Hasta dos años antes, tenía una familia feliz. Pero su esposo recibió una oferta para trabajar en el extranjero y, sin contar con nadie, aceptó. Como es lógico, se han ido separando, apenas ha enviado cartas, apenas ha llamado por teléfono. Los chicos le echan de menos y ella también, pero acaba por darse cuenta de que lo está perdiendo. Como así es cuando regresa para estar solo un par de días en su casa.

Roto su matrimonio, conoce sin embargo a un nuevo médico que entra a trabajar en la clínica. Es un flechazo, así de simple. Un flechazo para ella, pero también para él, que se queda prendado de esa mujer de ojos brillantes y sonrisa fácil.

¿Problema? Pues que ella es mayor que él. Y aunque le gusta y empieza a enamorarse de él como una adolescente, no se ve con fuerzas para empezar una relación con un hombre más joven que ella.

Toni es un tío estupendo. Es amable, divertido y atento con todo el mundo, en especial con Marta. Desde el principio nota que esa mujer le gusta y trata de acercarse a ella. Tampoco él ha pasado por una buena racha, hay que decirlo. A punto de casarse, se entera de que su novia se la está pegando con un supuesto primo gay, que ni tiene nada de primo ni tiene nada de gay.

Es una relación que va despacio, pasito a pasito, sin altibajos. Un romance con el que pasar una buena tarde mientras nos tomamos un té. Una historia para olvidar las malas caras del mundo y relajarnos.

Cristina