2º serie Harvey Girls
Los secretos y las mentiras no eran buenas referencias, y Linnea McConaughy lo sabía. Pero su supervivencia dependía de que mantuviera oculto su pasado; sobre todo de su empleador, el ranchero Will Tucker. Ciertamente, él se había mostrado bondadoso con ella, e incluso tierno... ¿Pero podría aceptar su vergonzoso pasado... y al hijo de otro hombre?
A Will Tucker no le gustaban las sorpresas, y Linnea McConaughy no era la viuda robusta y entrada en años que había supuesto que manejaría su casa. Por el contrario, era una mujer menuda que buscaba desesperadamente un lugar donde echar raíces. Sin embargo y para sorpresa de Will, ese lugar parecía ser su hogar... y su corazón.
En esta ocasión voy a empezar comentando a los protagonistas. Will Tucker es dueño de un rancho y necesita alguien que se encargue de algunos trabajos en la casa, sobre todo alguien que le cocine. Para conseguir a esa persona pide ayuda a su hermana que vive en la ciudad. Punto para Will, que se da cuenta de que le hace falta una mujer. Y otro punto más porque aunque aparente ser el clásico hombre rudo acostumbrado a llevar un rancho, ha resultado un encanto, tierno como pocos ytan comprensivo, que hace que te guste de inmediato.
Vamos con Linnea. Ella es todo lo contrario a lo que espera nuestro héroe (piensa que va a llegarle una cocinera de edad madura, seguramente gruesa y seca). Es pequeña, delgada, muy poquita cosa, pero con una determinación inamovible y capaz de ponerle las peras al cuarto al más pintado.
Ni que decir tiene que Will, en cuanto la ve, piensa en volverla de vuelta la ciudad. No quiere problemas. Lo que pasa es que no cuenta con la terquedad de esa frágil muchacha decidida a demostrarle a él y a su madrastra, lo que vale.
Por supuestísimo, Linnea tiene un secreto que se guarda muy mucho de contar a Will. Ella ni puede ni quiere confiar en los hombres.
Los secundarios son estupendos y encontramos a más de uno que nos encanta por su modo de actuar y la ayuda que prestan a Linnea para integrarse en el rancho y para que pierda el miedo a ese hombretón de apariencia fiero que la ha contratado. Otro personaje que destaco como secundario es Corinne. Y otro más: la madrastra, una mujer de carácter y bastante cascarrabias, estupendamente definida.
La autora nos mete muy bien en la historia de esta muchacha que nada tiene, que ha sufrido, que está acostumbrada a los malos tratos, y en las emociones que en ella despierta el ranchero. Vamos viendo el modo en que uno y otro luchan con sus emociones, sin sobresaltos, de forma pausada, en un relato lleno de ternura, el asombro del protagonista al encontrarse todo en orden aun cuando está pensando en quitarse de encima una mujer a la que no esperaba. El remordimiento de conciencia viendo que ella ya ha dejado sus bultos para partir del rancho, es enternecedor.
Es una novela que se lee muy bien, de esas que cuesta trabajo dejar en la mesilla y apagar la luz. Te dices: un poquito más y luego a dormir, y cuando te das cuenta te han dado las tantas. Porque te metes en la historia, tomas partido por ellos al ver que están terriblemente solos y quieres que se unan.
Recomiendo la novela porque está llena de momentos impresionantes y sus dos protagonistas son fuerte y tiernos a la vez, porque me lo he pasado bien leyéndola y porque creo que esta autora escribe de maravilla.
Merche
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