Para una fiesta de cumpleaños, acuden varias personas desde Londres, New York, Escocia y España al pueblo de Strachroy. Es septiembre y en Escocia es el mes de las celebraciones, las cacerías y las fiestas. Sin embargo, los protagonistas se verán arrastrados a situaciones dramáticas que marcan sus vidas y nos sorprenderán. Una novela de sentimientos y emociones que es difícil dejar de lado.
A destacar primeramente, que esta historia es la de familias enemistadas en un entorno pueblerino, una pequeña aldea donde todos conocen qué es lo que sucede desde hace tiempo. El amor y la pasión impregnan cada capítulo y resulta un libro refrescante y fácil de leer.
El personaje más destacado, a mi entender, es Noel (alguna lectora lo conocerá por una novela anterior). No quiero contar sobre él, porque yo creo que en esta novela todos los personajes son importantes. Pero sí decir que página a página le vemos cambiar y eso lo hace exquisito a los ojos del lector.
Lo que más me ha gustado, aparte de las distintas personalidades de los protagonistas (principales y secundarios), son las descripciones de la autora, su modo de ir dejando, a pinceladas, lo que siente cada uno de ellos.
Por si fuera poco, nos pinta la vida cotidiana de Inglaterra y Escocia de un modo que parece que estemos viviendo allí. Igual puedes oler el aroma de las flores que regodearte en la vista de un lago cristalino.
Según mi opinión, con la que puede que alguien no esté de acuerdo, Pilcher se supera en esta novela, hace un trabajo extraordinario, ha creado personajes creíbles.
En este libro podemos encontrar, además, amor, pasión, luchas, amargura, dudas, traiciones y desesperación. Como la vida misma.
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