Seducción real, de Jennifer Blake

Novela titulada también Intriga y seducción

Angeline vive apaciblemente junto a su tía, en New Orleáns. Es joven y hermosa, de cabello rojo y ojos verdes. Y es virgen.

Rolfe, es el príncipe de Rutenia, un hombre de cabellos dorados y altanero. Confunde a Angeline con la amante de su hermano y la rapta porque ella ha sido testigo de la muerte de éste. su amantela confundió con la amante de su hermano, una mujer que había sido testigo de la muerte de este.

Pero la ira se vuelve en pasión y Rolfe seduce a Angeline. Es entonces cuando Rolfe se da cuenta de que ella no es la amante de su hermano.

Jennifer Blake es una de esas autoras que nunca me han defraudado. He leído muchas novelas de ella y siempre he acabado con una sonrisa en la boca. No voy a decir que sea la mejor autora que he leído, pero desde luego sí que es una de las que más entretenimiento me ha proporcionado.

Cuando me compré esta novela, no me gustó demasiado al título puesto en castellano, pero no doy demasiada importancia a los títulos, que a veces no tienen mucho que ver con el original. La sinopsis, sin embargo, me pareció que podía ser la de una novela de fácil lectura, que era lo que buscaba en ese momento.

Seducción Real me hizo pasar unas horas muy agradables y por so me gustaría comentarla.

Rolfe, el protagonista, es nada menos que un príncipe. El príncipe de Rutenia. Está obsesionado en encontrar a la antigua amante de su hermano, puesto que ella estaba presente cuando él murió y está seguro de que sabe quién fue el asesino. Este personaje es de esos que encandilan: atractivo (y eso que los protagonistas rubios no me van demasiado), orgulloso como sólo lo puede ser alguien de la realeza, cínico, intolerante, altanero, inteligente y decidido. Acostumbrado a que todo el mundo haga lo que él quiere. Un hombre aclamado por su pueblo y conocido como el Lobo de Oro porque eso es lo que lleva en su insignia de realeza y por sus cabellos dorados.

Angeline es una muchacha que vive con su tía y su primo, que no conoce la alta sociedad. Bonita, inteligente, de ideas firmes y con un corazón lleno de sensibilidad, depende por entero del dinero de su tía. Su gran parecido con su prima Clara es lo que la lleva a caer en manos del príncipe de Rutenia, porque es su prima y no ella, la que fue amante del hermano de Rolfe.

Al empezar esta novela creí que estaba metida en un cuento. Yo creo que la autora es lo que pretendía al escribirla, trasladarnos a un cuento de hadas y no a una novela romántica a secas. Lo consigue a la perfección. Te atrapa, la lees casi con ansia, te olvidas de todo para meterte de cabeza en este cuento.

Desde el principio, por descontado, ya te imaginas lo que va a pasar, es una novela predecible. Pero no te importa. Pasas la terquedad de Rolfe cuando insiste en que ella es la amante de su fallecido hermano e insiste en que sabe quién lo mató. Sabes que la protagonista acabará por demostrarle que es otra persona y que lo va a enamorar de pies a cabeza. Cuando llegas al momento en que el protagonista seduce a la muchacha, piensas que es un bandido, que se aprovecha de ella, que la fuerza. Pero no es así, no hay que mirar la escena desde ese punto de vista; Rolfe cree a pies juntillas que ella no es virgen y que está más que dispuesta a volver a tener a un hombre en su cama. Cuando se da cuenta de que no es lo que parece, se arrepiente de haberla seducido, y lo hace de veras, con lo que se regenera a los ojos de la lectora.

El carácter hosco y orgulloso de Rolfe da paso a otro que es justamente el que nos enamora. Cambia con respecto a Angeline, aunque la mantiene secuestrada.

La protagonista, poco a poco, con su dulzura, consigue hacer caer al príncipe en sus redes, le demuestra que es de fiar, que no sería capaz de traicionarlo. A la vez, le demuestra que tiene carácter y que él no va a poder doblegarla porque también tiene su orgullo. Aunque se enamora de él, sabe que su relación no pasará de un escarceo: él es un príncipe y ella una don nadie.

Es una novela repleta de sensualidad, aunque la autora no nos describe las escenas caliente con ese lujo de detalles que emplean otras, sino de una forma cadenciosa, sencilla, dejándote imaginar lo que sucede.

Tiene momentos preciosos en los que podemos adivinar la guerra interior de Rolfe en cuanto a sus sentimientos hacia Angeline, y la confusión de la heroína que se enamora aun sabiendo que no debe hacerlo porque ese sentimiento sólo le causará penas.

También hay acción en esta novela, no olvidemos que él está buscando al asesino de su hermano, así que la autora nos hace pasar momentos tensos.

Con franqueza, creo que aunque no se la puede catalogar de novelón, es una historia muy recomendable, que hace pasar unos ratos estupendos y que nos empuja a lo que he dicho antes, a un cuento de hadas delicioso. Para mí, es una de las novelas más encantadoras de Jennifer Blake.

Cristina

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