Primera entrega de la Serie "La herencia Friarsgate"
Estamos ante una novela histórica pura de corte inglés. La sinopsis nos avanza que vamos a encontrarnos con la vida de una joven heredera en la corte de Enrique. Por tanto, la documentación debe ser exhaustiva.
Es también una novela romántica, por descontado, porque de otro modo no estaría en las estanterías de este género. Pero, romántica hasta cierto punto.
Me explico.
Particularmente, la historia de Rosamund no me ha cautivado lo suficiente. He tenido la impresión de asistir a la primera parte de una vida y sólo a la primera, y que en algún otro momento debe continuar. A fin de cuentas estamos hablando de una saga, pero a mí incluso en las sagas, me gusta que todo quede atado y bien atado, aunque los personajes de una novela vuelvan a aparecer en otra intercalados con distintos protagonistas. Aquí no me ha dado esa impresión.
Rosamund Bolton es una heredera. De las de antaño. Es decir, una heredera no demasiado rica, de un territorio conocido como Friarsgate, en la frontera entre Escocia e Inglaterra. Como ya indica la sinopsis, la casaron por primera vez cuando tenía seis años. No debe extrañarnos, en esos tiempos era moneda de cambio diario. Su esposo muere y se convierte en una viuda, aun sin saber bien cual es su nueva condición. Pero una viuda que casan de inmediato otra vez con Hugo Cabot. Cabot es un anciano, por lo tanto no vamos a encontrarnos con relaciones calientes en este matrimonio, más bien con una relación entre padre e hija puesto que Rosamund tiene solamente 13 años.
Henry Bolton es el tío de la protagonista y su tutor legal. Hace todo lo que está en su mano para dirigir Friarsgate por medio de los esposos de la muchacha. Un personaje desagradable, altanero y egoísta, que aprovecha cualquier oportunidad para alzarse con el poder.
Al enviudar de nuevo, encuentra cierta seguridad al saber que su difunto esposo ha dispuesto que vaya a la corte y quede al cargo del rey. Aunque teme viviendo bajo el dominio de su tío, teme más aún a la vida en la corte, de la que ha oído mil y una cosas.
En la novela vamos a encontrar a Catalina de Aragón que, como todos saben acabó casándose con Enrique VIII. Y a la hermana del rey, Margarita. Ambas acabarán siendo amigas de Rosamund.
Estando en la corte de Enrique, lo normal es que acabara fijándose en ella, como así sucede.
Hay otro matrimonio más en la vida de Rosamund. Pero al menos es de una edad normal para ella y acopla su existencia a esa nueva unión siendo incluso feliz aunque no tiene hijos varones, sino niñas.
Y hay otra nueva muerte. Rosamund vuelve a quedar viuda y es entonces cuando decide tomar las riendas de su propia vida. Eso implica echarse un amante. No tendrá que casarse de nuevo si no lo desea. En cierta forma se siente liberada.
No cabe la menor duda de que esta novela es exclusiva de la mujer. Quiero decir que la protagonista es casi única, que los hombres pululan a su alrededor como mera comparsa, para su lucimiento. Van y vienen, entran y mueren, pero sin dejar demasiada huella en el lector.
La evolución de Rosamud está bien descrita. De la mujer fría que acata el mandato de sus superiores sin poner el alma en ello, en cuanto tiene su propia libertad se convierte en una mujer desinhibida, directa, muchos más decidida que toma las riendas de su existencia.
Las escenas calientes con más fuertes al final de la novela que al principio. Es normal, porque al inicio de la historia vemos a una muchacha dominada que no conoce o casi no conoce de relaciones sexuales. Poco a poco aprende y eso nos lleva a escenas de cama bastante más morbosas. Así y todo las descripciones no han terminado de convencerme, me han parecido exageradas en muchos puntos.
La autora nos deja con el pastel a punto de devorar, pero sin que podamos hincarle el diente, al no cerrar del todo la historia de Rosamund.
Los datos facilitados sobre vestimentas o comidas de la época están muy bien documentados, creo yo.
Puede que esta novela guste o no, que la veamos demasiado complicada o no, que nos agrade la época o no. Lo que no se puede negar es que la investigación de la época ha debido resultar un trabajo arduo. Los personajes de Catalina, Enrique y Margarita no se los puede sacar uno de la manga. Por tanto, tiene mérito y mucho.
Si el personaje de Rosamund hubiera tenido la mitad de la fuerza de los tres anteriores, la novela hubiera sido una bomba de relojería. Pero… no todo puede ser perfecto.
Yo pienso que aunque sólo sea por el trabajo de investigación, por la época, por las intrigas palaciegas y la situación política del momento en Inglaterra y sus personajes reales, merece la pena leer esta novela. Pero sólo por eso.
Carmela
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