La vida y los amores de la extraordinaria familia MacGregor. Cuando Darcy Wallace se gastó sus últimos tres dólares en el casino y ganó un bote de casi dos millones de dólares, el director del casino, Robert MacGregor Blade, decidió vigilarla. Pero había algo en aquella mujer que se metió bajo la piel de Mac haciendo estragos en sus buenas intenciones. Si quería conseguir a aquella mujer, tendría que arriesgarse en uno de los juegos más importantes de su vida...
Esta es una de esas novelas en las que empiezas bien y acabes mejor. Me gusta NR porque te consigue meter en la historia de una manera sencilla. Igual es que soy simple, pero lo que busco es entretenimiento y buena escritura y con esta mujer siempre lo consigo (salvo en un par de excepciones).
Darcy se encuentra en una situación bastante comprometida: tiene que escapar de un novio al que no desea, que ha propiciado que pierda su empleo, le han robado el bolso, su coche se ha estropeado y no tiene un duro en el bolsillo, apenas unos dólares. No tiene más remedio que llegar andando hasta su destino, y ese destino no es otro sino Las Vegas.
Tiene todo en contra, así que ¿por qué no arriesgar lo último que le queda? Total, lo mismo le da morirse de hambre con un par de dólares en el bolsillo que sin ellos. De tal modo que se arriesga y juega a las tragaperras. Para su sorpresa y la sorpresa del resto, gana. Y no una cifra normal, no: gana casi dos millones de dólares.
Cuando llegué a este punto pegué un salto, no pude remediarlo. ¿Quién no ha soñado con meter un euro en una de esas maquinitas y sacar el premio gordo? ¿Quién no ha soñado con tener el número del Gordo de la lotería? Me encanto que la protagonista sacara el premio. Y solté una carcajada cuando cae redonda al suelo, desmayada. Yo también me habría desmayado si me pasa algo similar.
Al que no le hace ninguna gracia es al dueño del hotel casino en el que Darcy juega: Robert MacGregor Blade. Pero de inmediato se siente atraído por esa mujer hermosa, así que la agasaja, la invita a cenar. Todo con tal de conseguir adivinar qué clase de mujer es, porque aunque no es lo que se dice su tipo, empieza a sentir un profundo instinto de protección hacia la muchacha. Robert me ha terminado por enamorar del todo y desde el principio, porque cree no estar preparado para el amor, pero se muere por Darcy. Se obceca en convencerse de que no le interesa, pero salta de celos cuando se le acerca algún hombre. Coladito es poco decir y resulta cómico ver que todos se dan cuenta menos él de que está locamente enamorado de la protagonista.
Un personaje que me ha gustado mucho es el de Serena, y las escenas y conversaciones entre ella y la protagonista están plagadas de ternura. Pero también son maravillosos los demás: Justin, Daniel, Caine. En esta novela los secundarios son tan importantes como los propios protagonistas.
Darcy se integra en la familia McGregor, encuentra en ellos algo de su propia familia perdida, un cariño que no esperaba. Un cariño que también ve reflejado entre los padres de Robert. Se encuentra cómoda entre ellos, casi piensa que forma parte de esa familia bien avenida. Ella no ha tenido nada igual en su vida y se deja arrastrar por el entorno.
La novela tiene escenas realmente divertidas.
La autora va cambiando durante los capítulos la personalidad de la protagonista haciéndola más segura de sí misma. Se compenetra con Robert y acaba siendo su igual. Aquí sale la vena feminista de NR, ¡bien por ella!
Las sagas me fastidian si unos libros siguen de otros, si hay que leer el segundo para enterarse de qué demonios va el primero. En este no he visto eso, es una novela completa, con su propia historia aunque se mezclen en ella todos los hermanos McGregor. Y divertida, repito, sobre todo eso. Nada de intrigas o de asesinatos, sólo una historia entretenida con la que pasas un buen rato y hasta consigue hacerte reír en algunos momentos.
Vamos, que es una saga que hay que leer completa.
Merche
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