Una joven pierde la virtud, víctima de un vil engaño. Nyssa, bella dama de honor de la reina, es sorprendida en brazos de Varian de Winter, un consumado mujeriego. En realidad, había sido narcotizada para simular su deshonra e impedir así que se convirtiese en quinta esposa de Enríque VIII. El rey, ignorando que el suceso es fruto de una conspiración, los obliga a casarse de inmediato. Contra todo pronóstico, el matrimonio resulta feliz y fecundo, pero nuevas conjuras palaciegas ponen en peligro el futuro de la pareja.
Últimamente me he encontrado con muchas novelas románticas ambientadas en la época de Enrique Tudor. Y es curioso que a pesar de que en teoría, y digo solamente en teoría, es una época fascinante para el cine, no lo es tanto para las novelas románticas. O bien porque yo busco otra cosa, o bien porque las autoras se ponen como locas a incluir detalles y más detalles y dejan a un lado lo que en realidad buscamos en este género: el romance.
Yo pondría esta novela en histórica.
La autora nos pone al día sobre la vida del rey Enrique, de sus amores y desamores, de su flirteo (porque un hombre que se enamoró de tantas no creo que amara a ninguna de verdad) con Ana de Cleeves. Intrigas palaciegas, maquinaciones, tensiones políticas. Aquí hay de todo menos el encuentro deseado entre los protagonistas de la novela. Al menos, en la primera parte de la novela.
Supongo yo que la autora lo que ha querido es ambientarnos, contarnos la época de la historia de este romance, que sepamos dónde y cómo se movían los personajes. No está mal, no digo que lo esté. Digo, simplemente, que me hubiera gustado conocer los detalles pero más escalonados, entremezclados en la historia de amor de Niza y Varian.
Nyssa es la hija de una de las amantes del rey Enrique y, dado que está en la corte, no hay mejor puesto para ella que servir de dama de honor. La protagonista es una joven dicharachera, alegre, cuya lealtad está con la reina. Además es una muchacha muy inteligente, hacendosa y algo atrevida. El rey se fija en ella y como las intrigas del palacio viraban hacia otra mujer, la bella Howard, nuestra protagonista es quitada del medio gracias a un complot: debe ser pillada en falta. Nadie mejor para completar la intriga que Varian de Winter, uno de los mayores mujeriegos de la corte. Si la pillan con él, el rey perderá interés en ella.
Varian de Winter tiene una de las peores reputaciones de toda la corte y se le achacan mil y una aventuras con las damas de la corte. Se dice de él que le dan igual solteras, casadas o viudas, cualquier mujer es buena para pasar por su cama.
Los protagonistas se casan por deseo expreso de un Enrique ya un poco decrépito, pero lo que parece que va a resultar una historia de amor se convierte en más intrigas. El idilio termina cuando ambos son obligados a regresar a la corte.
La reina Catalina se nos presente aquí un poco diferente de cómo la hemos visto en películas u otras novelas de historia. La he encontrado un tanto caprichosa, cosa que estoy segura no era en realidad.
Las escenas caliente no me han convencido. Las frases me parecen ñoñas y a veces irreales. Como tampoco me ha convencido la relación entre los protagonistas, que algunas veces he perdido entre tanta intriga y tanta mujer de Enrique. Me ha parecido más una lección de historia que una novela romántica.
No voy a quitar mérito a la autora de la novela porque imagino que le ha costado su trabajo y su dedicación, aparte de documentarse concienzudamente en el tema de la corte de Enrique. Como ya digo, me ha parecido que estaba estudiando Historia, porque la conexión entre los protagonistas la he visto floja. No es lo que buscaba en una novela romántica, así de simple.
Carmela
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