Romance por los cuatro costados desde un matrimonio de conveniencia. Romance en estado puro. Romance para olvidarte de lo que te rodea, meter las narices en la novela y no sacarlas hasta que la terminas. Romance de los de Ruth M. Lerga, es decir, estupendo.
Dado que la novela es corta, no voy a extenderme demasiado porque podría hacer spoiler y no me gusta. Pero sí diré que el personaje de Amalia es completo, se la ve crecer de un capítulo a otro, de niña pasa a mujer y no a una cualquiera, supeditada por completo. Mujer con coraje, de las que a mí me agradan.
Rodrigo se ve obligado a casarse por culpa de unas tierras y, al morir la novia, como se hacía en aquellos tiempos, pide la mano de su hermana pequeña. Costumbres de la época que acababan en matrimonios no deseados. Lo que no imagina es que va a recordar una sola noche durante cuatro años, que no se le va a olvidar el tacto de una mujer que lo deja plantado casi al día siguiente.
La ambientación, maravillosa. Con cuatro trazos, esta autora te sitúa en el tiempo en que transcurren los hechos, te presenta a personajes reales, los entrelaza con los ficticios y crea una trama que te mantiene con la respiración retenida.
Los personajes secundarios, como la amiga/prima de Amalia y el amigo de Rodrigo son geniales; es una pena que no se desarrolle más su propia historia en esta novela.
Para finalizar como siempre, recomiendo que os leáis la Nota de Autora. Y es que esta mujer las borda, pero bien bordadas.
Nieves
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