La protagonista, Susan, se debate entre el amor que siente por lord Adler apenas conocerle, y la angustia de un secreto que debe guardar si no quiere que la vida de otra persona corra peligro. Es un personaje con fuerza, aunque, a veces, y debido a la época, pueda resultar un poco apocada. Demuestra que no cuando debe demostrarlo, resurgiendo, arriesgando todo.
Charles, lord Adler, es uno de esos hombres con los que toda mujer soñaría tener como compañero: fuerte, sensato, empático, con un toque divertido y un tanto pícaro que lo convierte en delicioso. Un hombre capaz de contener sus deseos con tal de no perjudicar a la dama de sus sueños.
Me han gustado los secundarios. Mucho. Georgiana, la hermana de Charles, es una maravilla de mujer; Diane, la criada de Susan, otro personaje perfectamente descrito, se ha hecho querer. Pero sin dudarlo un instante, la tía Agatha y lady Garvan, son las que se llevan los mayores laureles: graciosas, pizpiretas, insistentes, empecinadas en casar a los muchachos aunque pare ello deban llevar a cabo todo tipo de triquiñuelas. Me han encantado las conversaciones de Agatha con Charles.
¿Qué decir de los amigos del protagonista? ¡Menudo grupo! Lo que no se le ocurre a uno se le ocurre a otro, se apoyan entre ellos, arriesgan todo por defender a los amigos. No he parado de sonreír leyendo sus conversaciones y bromas.
Paul, el malo de la película, se hace antipático desde el inicio; no sé si yo le hubiera dado el mismo final, jajaja.
Es un romance que avanza poco a poco, que se va forjando y tomando fuerza con el tiempo.
Las descripciones de Bath, magníficas. Se ve la documentación. Y merece la pena leer la nota de autora, donde nos explicar muchas cosas interesantes.
Como final a estos comentarios, dar las gracias a la autora por dedicarme una novela tan bonita. ¡Qué ilusión me ha hecho!
Nieves Hidalgo
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