Deliciosamente cautivador no es solo una historia de aquí te pillo y aquí te mato, aunque comienza con que la pareja protagonista se conoce en una exposición y acaban en la cama. Es también la de dos seres atormentados.
Óscar es arquitecto, tiene éxito en su trabajo y liga bastante, sin embargo no quiere relaciones serias. Quiere a rabiar a sus dos hermanos, Pablo y Víctor. Me ha encantado la camaradería que existe entre los tres, el modo de protegerse unos a otros, ese saber que pase lo que pase tienen a quien acudir en caso de apuro. Las conversaciones entre los hermanos son muy propias del estilo de la autora, divertidas, cercanas y picantes. Los tres tienen algo en común: son encantadores y se llevan a matar con su padre, un hombre desnaturalizado. De no ser por la criada, no pisarían la casa familiar.
Martina ha tenido una mala experiencia con su anterior pareja y se ha jurado no volver a liarse con un arquitecto, menos aún si es compañero de trabajo. Es buena en su trabajo, con ideas abiertas, de modo que puede conectar muy bien con su nuevo camarada en la empresa donde ha sido contratada. Lo que no espera es encontrarse con el hombre que le ha robado el sentido aquella noche de la exposición.
Hay muchas escenas de cama, pero descritas de un modo delicado, con sensibilidad. No es posible hacer ascos a algo tan bien escrito.
Es una novela corta, narrada desde el punto de vista de Óscar y de Martina, alternándose en los capítulos. Y sí, te quedas con ganas de conocer las historias de Pablo (bombero) y Víctor (dueño de un pub), porque prometen ser de lo más jugoso.
Nieves
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