No voy a hacer una reseña larga, no sabría comentar tanta imaginación, tanta escena que encoge hasta el alma y tantos momentos divertidos. Sí, porque a un capítulo terrorífico, de esos en que te acuerdas de todos los ligues del autor, puede seguir una conversación que, saltándose todas las normas de conducta imaginables y usando un lenguaje muy de la calle, te arranca una carcajada. Y menos mal que lo ha hecho así, de otro modo creo que me hubiese dado un jamacuco (la tensión que genera esta historia es de aúpa). ¿Ficticia? Sí, claro, lo es, pero no sabría yo decir hasta qué punto, vaya usted a dar fe de lo que se hizo realmente en esos tiempos con tal de conseguir el poder absoluto.
Ambientada en el siglo XVI, con el marco de fondo de la Sábana Santa de Turín, nos presenta a personajes inolvidables, tan complejos y simples a la vez que te atrapan. Caliani sabe crearlos con tanta facilidad que asombra. Más asombra la trama, llena de idas y venidas, vueltas y revueltas, luchas, traiciones, asesinatos, remordimientos y amistad, sin olvidarnos del amor. El autor no puede negar que tiene un puntito romántico dentro de tanta ignominia y sarcasmo y que, además, le encanta inventarse a mujeres con más bemoles que un equipo de rugby (nada de damiselas acongojadas, sino auténticas panteras).
Me ha tenido con el corazón en la boca desde la primera página. A saber pues: que si te gusta una novela bien escrita, con un argumento inmejorable y envolvente y un desenlace de aplauso, ya estás tardando en leer La sombra del impostor.
Ojo, que este autor es adictivo, aviso.
Recomendable 100%
Nieves
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