Al llegar al pintoresco pueblo, llamado Winter Garden, Madeleine conoce al que será su compañero en la lucha secreta: Thomas Blackwoood, un hombre diferente a cualquiera que haya conocido antes. Su competencia, su apostura silenciosa y el misterio que lo rodea encienden el deseo de Madeleine, que prende y prende hasta llegar al rojo vivo, hasta convertirse en un fervor desesperado.
Opinión
Quizá no fuera mi primera intención comprar esta novela, el título me tiraba para atrás, la autora me era desconocida, el caballero de la portada atractivo pero el detallito de la rosa bastante cursi y para remate la época en que se desarrolla me tiene un tanto hastiada. ¡Ay! Pero el vicio es lo que tiene, que no tienen lo que fuiste a comprar y acabas saliendo con lo que encuentras, y una vez que pones un pie en la calle ya puedes empezar a flagelarte, que el mal ya está hecho. Pero en este caso….. ¡Maravillosa sorpresa la que me esperaba! Desde la primera página descubrí que la señora Ashworth poseía el arte de la escritura, me quedaba por averiguar si el argumento y los personajes estarían a la altura y lejos de decepcionarme superó mis más optimistas expectativas.
El argumento en si poco tiene de novedoso, en cuanto a la trama del contrabando. Vamos que ya se sabe quien es el malo, por lo que tanto él como el resto de secundarios son pura coreografía aunque deliciosamente ejecutada. Partiendo de ahí, y con ligeras pinceladas que van tomando poco a poco forma, entras en la esencia de esta obra asomándote al verdadero misterio que se esconde entre sus páginas. Podría perderme en la descripción de sus protagonistas pero no os quiero robar el placer de descubrirlos. Sin embargo no puedo resistir el impulso de revelaros que Thomas Blackwood os robara el corazón. ¡Por Dios, que HOMBRE! Ainssssssssssssssss
Bueno me voy a tranquilizar que es venirme al pensamiento y me desboco. A lo que íbamos, esta es una novela de sentimientos, descubrimientos y sensaciones. Muy sensual, donde la tensión entre sus protagonistas te mantiene en un jadeo constante y no es por abiertos enfrentamientos. No. Es la maravillosa capacidad descriptiva de su autora, los diálogos con elegante y doble sentido, la contención sin saber bien el motivo llevada al límite, el profundo sentimiento que intuyes, la ansiedad que va creando con un ambiente tan sencillo e íntimo, pero lo que a mí me terminó por postrar es su final. Preciosa declaración, tan bonita y conmovedora que arranca suspiros mientras la emoción encoge tu corazón. No quiero desvelar el misterio aunque sea el más antiguo del mundo: Amor. Solo deciros que es un hermoso sueño en el que muchas de nosotras nos hemos perdido.
Pese a las fechas en las que estamos si no te importa pasar calor te recomiendo un hombre que promete profundo, generoso, emocionante, contenido y lujurioso amor. Él puede alimentar tu cuerpo y tu alma por una eternidad. ¿Qué, te apetece?
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