Nunca pretendió ser un héroe, todo lo contrario. El capitán Sheridan Drake desprecia esa fama gratuíta porque, aunque pueda engañar a los demás, no se mentiría nunca a sí mismo. Una vez fue un caballero. Ahora es un ángel caído. Un cínico. Un canalla y un truhán, y nadie aparte de su persona merece su lealtad.
Por eso le exaspera y le desarma Olympia de Oriens, con su inocencia y su fe en él y en unos ideales que Sheridan enterró hace tiempo. Si caree que va a acompañarla en su arriesgada aventura está muy equivocada…
No tiene nada que ver ni con Flores en la tormenta, ni con la densidad del resto de los libros de esta autora, a mi me parecen mejores los segundos. Es una novela larga, pero se me ha hecho corta. Una novela de viajes, de aventuras, de sorpresas, de amor, dolor, traiciones y sentimientos. Viajamos en barco de Inglaterra a Madeira, de allí a las Malvinas, Buenos Aires, Cabo de Hornos, Arabia, Turquía y Oriens (País imaginario del Olympia es la princesa heredera) Cuando la intención era ir a Roma.
El protagonista Sheridan, héroe por casualidad, es un sinvergüenza, cínico y oportunista . Se ve obligado a casarse con Olympia y al rechazarle ésta, decide viajar con ella para protegerla y aprovecharse de la situación porque está arruinado. Olympia es una princesa gordita, buena e idealista y cree en Sheridan y en su heroísmo a pies juntillas. El carácter de los dos, como es lógico, choca continuamente dando lugar a conversaciones divertidísimas gracias al sarcasmo de él y la inocencia de ella.
Después de recorrer medio mundo se demuestra que en realidad Sheridan sí que es un héroe, un hombre decente y con sentido del deber. No escatima esfuerzos para salvar a Olympia de él mismo y de quien quiere matarlos.
La novela es mucho más de lo que parece. Se suceden momentos trágicos y divertidos. Sheridan si es tan cínico, es porque no ha tenido una vida fácil desde niño. Desde la traición de su padre cuando tenía 12 años hasta los trágicos momentos que ha tenido que vivir como capitán de la Marina y que le atormentan en sueños.
Me ha encantado. De vez en cuando me gusta leer una novela épica de estas en las que los sentimientos y las situaciones son más profundos, más extremos.
Por eso le exaspera y le desarma Olympia de Oriens, con su inocencia y su fe en él y en unos ideales que Sheridan enterró hace tiempo. Si caree que va a acompañarla en su arriesgada aventura está muy equivocada…
No tiene nada que ver ni con Flores en la tormenta, ni con la densidad del resto de los libros de esta autora, a mi me parecen mejores los segundos. Es una novela larga, pero se me ha hecho corta. Una novela de viajes, de aventuras, de sorpresas, de amor, dolor, traiciones y sentimientos. Viajamos en barco de Inglaterra a Madeira, de allí a las Malvinas, Buenos Aires, Cabo de Hornos, Arabia, Turquía y Oriens (País imaginario del Olympia es la princesa heredera) Cuando la intención era ir a Roma.
El protagonista Sheridan, héroe por casualidad, es un sinvergüenza, cínico y oportunista . Se ve obligado a casarse con Olympia y al rechazarle ésta, decide viajar con ella para protegerla y aprovecharse de la situación porque está arruinado. Olympia es una princesa gordita, buena e idealista y cree en Sheridan y en su heroísmo a pies juntillas. El carácter de los dos, como es lógico, choca continuamente dando lugar a conversaciones divertidísimas gracias al sarcasmo de él y la inocencia de ella.
Después de recorrer medio mundo se demuestra que en realidad Sheridan sí que es un héroe, un hombre decente y con sentido del deber. No escatima esfuerzos para salvar a Olympia de él mismo y de quien quiere matarlos.
La novela es mucho más de lo que parece. Se suceden momentos trágicos y divertidos. Sheridan si es tan cínico, es porque no ha tenido una vida fácil desde niño. Desde la traición de su padre cuando tenía 12 años hasta los trágicos momentos que ha tenido que vivir como capitán de la Marina y que le atormentan en sueños.
Me ha encantado. De vez en cuando me gusta leer una novela épica de estas en las que los sentimientos y las situaciones son más profundos, más extremos.
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