Sinopsis:
Una princesa irlandesa. Un guerrero vikingo. Los asaltos que su gente ha llevado a cabo en Irlanda deberían haber hecho de ellos dos enemigos irreconciliables. Pero cuando él es arrastrado por la corriente hasta la orilla de su playa sin recuerdo alguno de su vida, Brenna se siente atraída por el hermoso forastero. Sus amables palabras y sus tiernas caricias le ayudarán a alejar los recuerdos de brutalidad y encenderán una pasión que nunca hubiera pensado que fuera posible. Al ver el modo en que sus manos recorren la resplandeciente madera de su barco, Brenna se da cuenta de que anhela que esos dedos acaricien su cuerpo de la misma manera. Pero incluso el deseo que ambos sienten no puede negar los secretos que se esconden en su pasado. Y mientras recorren el país, atravesando la tierra de Erin en una búsqueda que puede cambiar el curso de la historia, los engaños de antaño y la traición amenazan con destrozar el refugio que han encontrado en los brazos del otro.
Hace apenas un par de horas que he terminado el libro y todavía continuo pensando en él. Esto es algo que últimamente no me pasa. Me ha parecido una novela apasionante, con una historia maravillosamente narrada y un argumento distinto y nada dulficicado como ya viene siendo habitual en otras.
Cogí el libro con bastante reticencia pero, a medida que pasaba las hojas y me iba metiendo en la historia, me fui dejando seducir por lo que la autora me iba contando. Ha sido fácil ver los escenarios que se iban describiendo pues están narrados con sencillez y precisión, sin larguísimos comentarios que más que para situarte sirven para despistarte y demostrar cuánto se ha documentado la escritora.
Los protagonistas mantienen su personalidad a lo largo de la novela, independientemente de las vicisitudes a las que se enfrenten, cosa que agradezco en el alma pues esto es algo que no siempre pasa.
La historia mantiene el ritmo y va aumentando a medida que avanza la novela y hasta el final.
Brenna es una joven princesa irlandesa de un clan de la tierra de Erin que un día, estando con su hermana, encuentra en la playa abrazado a un barril a un vikingo al que creen muerto. Obviamente, Keefe está vivo pero... no recuerda nada.
Los habitantes de Erin están acostumbrados a sufrir los asaltos de esos bárbaros del norte y las atrocidades que cometen, así que por mucho que el muchacho se esfuerza en demostrar que no es peligroso, no se fian de él.
Brenna además, tiene su propia historia y sus propios recuerdos que no ha comentado con nadie y, a pesar de la intensa atracción que siente por Keefe (este nombre se lo da ella), se resiste a dejarse llevar. Sin embargo, las circunstancias les obligan a contraer matrimonio y a viajar juntos por la tierra de Erin.
Él busca un asentamiento vikingo, ella, desea volver a buscar respuestas al convento en el que pasó un año. A medida que avanzan en su viaje y en su relación, él va recordando cosas hasta que por fin lo recuerda todo y...
Hay batallas, luchas por honor, pasión, ternura, dolor y un amor profundo.
Tengo que felicitar a la autora porque creo que ha hecho un precioso libro y a Valery por haber apostado por ella y ofrecernos esta historia.
No es un libro sencillo y puede haber algún trocito que a las almas sensibles se les haga duro de tragar, pero yo agradezco en el alma que me hayan ofrecido una novela "con sustancia", para variar.
Me ha gustado muchísimo y la he disfrutado de principio a fin.
Valoración: Buena.
Una princesa irlandesa. Un guerrero vikingo. Los asaltos que su gente ha llevado a cabo en Irlanda deberían haber hecho de ellos dos enemigos irreconciliables. Pero cuando él es arrastrado por la corriente hasta la orilla de su playa sin recuerdo alguno de su vida, Brenna se siente atraída por el hermoso forastero. Sus amables palabras y sus tiernas caricias le ayudarán a alejar los recuerdos de brutalidad y encenderán una pasión que nunca hubiera pensado que fuera posible. Al ver el modo en que sus manos recorren la resplandeciente madera de su barco, Brenna se da cuenta de que anhela que esos dedos acaricien su cuerpo de la misma manera. Pero incluso el deseo que ambos sienten no puede negar los secretos que se esconden en su pasado. Y mientras recorren el país, atravesando la tierra de Erin en una búsqueda que puede cambiar el curso de la historia, los engaños de antaño y la traición amenazan con destrozar el refugio que han encontrado en los brazos del otro.
Hace apenas un par de horas que he terminado el libro y todavía continuo pensando en él. Esto es algo que últimamente no me pasa. Me ha parecido una novela apasionante, con una historia maravillosamente narrada y un argumento distinto y nada dulficicado como ya viene siendo habitual en otras.
Cogí el libro con bastante reticencia pero, a medida que pasaba las hojas y me iba metiendo en la historia, me fui dejando seducir por lo que la autora me iba contando. Ha sido fácil ver los escenarios que se iban describiendo pues están narrados con sencillez y precisión, sin larguísimos comentarios que más que para situarte sirven para despistarte y demostrar cuánto se ha documentado la escritora.
Los protagonistas mantienen su personalidad a lo largo de la novela, independientemente de las vicisitudes a las que se enfrenten, cosa que agradezco en el alma pues esto es algo que no siempre pasa.
La historia mantiene el ritmo y va aumentando a medida que avanza la novela y hasta el final.
Brenna es una joven princesa irlandesa de un clan de la tierra de Erin que un día, estando con su hermana, encuentra en la playa abrazado a un barril a un vikingo al que creen muerto. Obviamente, Keefe está vivo pero... no recuerda nada.
Los habitantes de Erin están acostumbrados a sufrir los asaltos de esos bárbaros del norte y las atrocidades que cometen, así que por mucho que el muchacho se esfuerza en demostrar que no es peligroso, no se fian de él.
Brenna además, tiene su propia historia y sus propios recuerdos que no ha comentado con nadie y, a pesar de la intensa atracción que siente por Keefe (este nombre se lo da ella), se resiste a dejarse llevar. Sin embargo, las circunstancias les obligan a contraer matrimonio y a viajar juntos por la tierra de Erin.
Él busca un asentamiento vikingo, ella, desea volver a buscar respuestas al convento en el que pasó un año. A medida que avanzan en su viaje y en su relación, él va recordando cosas hasta que por fin lo recuerda todo y...
Hay batallas, luchas por honor, pasión, ternura, dolor y un amor profundo.
Tengo que felicitar a la autora porque creo que ha hecho un precioso libro y a Valery por haber apostado por ella y ofrecernos esta historia.
No es un libro sencillo y puede haber algún trocito que a las almas sensibles se les haga duro de tragar, pero yo agradezco en el alma que me hayan ofrecido una novela "con sustancia", para variar.
Me ha gustado muchísimo y la he disfrutado de principio a fin.
Valoración: Buena.
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