Cuando Jane Darlington cumple treinta cuatro años llega a la determinación de que quiere ser madre, y a cualquier precio. El problema radica en que no tiene pareja después de que su novio la abandonara por una joven de veinte años, el problema también radica en que siempre ha tenido dificultades para tener pareja.
Científica y física, y con un altísimo coeficiente intelectual desde muy jovencita se ha sentido una rareza, lo que le ha dificultado relacionarse con los hombres.
Decidida a ser madre, y descartando recurrir a un banco de esperma, su objetivo es Cal Bonner, el quaterback de los Chicago Stars.
A punto de cumplir treinta y seis años, Cal no se siente preparado para acabar su carrera deportiva, pese a que las lesiones son cada vez más frecuentes y pese a que Kevin Tucker, el quarterback suplente, cada día pone más en peligro su titularidad con su juventud y brillantez en el terreno de juego.
Sus amigos y compañeros de equipo preocupados por la falta de compañía femenina de Cal, tras la ruptura con su última y jovencísima novia, le preparan un regalo de cumpleaños: una prostituta de lujo, quien no es otra que Jane.
Una groupie de los Chicagos Stars, Jodie, vecina de Jane y conocedora del deseo de ésta de ser madre, la convence de fingir ser una prostituta para tratar de quedar embarazada. Jodie no actúa desinteresadamente, sino que espera conseguir que la camiseta de Kevin Tucker pase a engrosar su colección.
Pero Jane no conoce ese detalle y tras ver a Cal en televisión, decide que es el candidato perfecto para convertirse en el padre de su hijo: atractivo, con buena salud (se encarga de estudiar sus informes médicos) y no demasiado inteligente. ¿Qué más se puede pedir?
De hecho Jane cree que es un auténtico estúpido: el hombre perfecto con el que mezclar sus genes, de modo que su inteligencia quede compensada con las pocas luces de él.
El plan es simple: ella se quedará embarazada de Cal y éste nunca sabrá nada. No obstante las planes de Jane se van al traste.
Jane queda embarazada pero Cal lo descubre y la obliga a casarse con él hasta que el bebé nazca, entonces se divorciarán. Puede que no esté preparado para el matrimonio y la paternidad, pero es un hombre de principios que no piensa consentir que ningún hijo suyo nazca fuera del matrimonio, aunque eso implique casarse con esa lunática y roba esperma de Jane Darlington.
Tras la boda, Jane no tarda en descubrir que Cal no es el zoquete que ella creía y que en realidad es un hombre inteligente. Cal descubre con horror que Jane es una mujer “mayor”, que tiene la friolera de treinta y cuatro años y no los veintiocho que él creía, algo que dada su aversión a envejecer le impacta.
Pese a que la “avanzada” edad de Jane y a la inteligencia de Cal, ambos descubren que se han casado con alguien totalmente opuesto a lo que esperaban y la atracción, existente desde la fiesta de cumpleaños de Cal, no tarda en renacer. Pero el suyo es un matrimonio con los días contados… ¿no?
Sólo mío es la tercera de las novelas que componen la saga de los Chicago Stars. En esta ocasión el protagonista es el quaterback Cal Bonner, de quien desde Tenías que ser tú conocíamos su aversión a las ataduras y las mujeres de poco más de veinte años.
Leyendo la sinopsis y las primeras páginas de la novela y siendo testigos de cómo se fragua el plan de Jane no pude menos que pensar de qué modo conseguiría la autora, con esta premisa, convertirla en una historia de amor de ésas que atrapan.
Susan Elizabeth Phillips lo consigue, no hay duda.
Habiendo leído otras novelas de esta escritora no deja de sorprenderme su capacidad para dar forma a una historia de amor partiendo de los personajes en teoría menos compatibles. Cal y Jane son una muestra más. Y como sucede con otras de sus novelas, los protagonistas siempre son más de lo que en principio parece, algo que vamos descubriendo paulatinamente.
En mi opinión SEP es una de las escritoras que mejor desarrolla y describe la personalidad y la psicología de los personajes.
Jane es una mujer que siempre se ha sentido señalada por su altísima inteligencia. Desde muy niña fue marcada como rara y ni siquiera su padre supo tratarla con el cariño que una niña tan especial requería. Creció sola, apartada de los jóvenes de su edad, ya que siendo una superdotada inició sus estudios universitarios con apenas catorce años. Con lo que siempre estuvo rodeada de hombres mucho mayores que ella, a excepción de sus alumnos, años más tarde, pero algo que éticamente le ha impedido entablar una relación con ninguno de ellos. Su único novio, otro científico, con el que ha tenido un noviazgo monótono y sin chispa, la abandona por una jovencita de veinte años.
Lo que más desea es ser madre y lucha por que su hipotético hijo sea lo más normal posible, por ello busca un hombre lo más estúpido posible.
Cal se niega a envejecer. Teme al futuro y le es más fácil negar el paso del tiempo. Sus parejas siempre han sido mucho más jóvenes que él, le resulta impensable relacionarse con alguien mayor de veinticuatro años.
Su mundo se tambalea cuando descubre que la “prostituta”, regalo de su treinta y seis cumpleaños, le utilizó para quedar embarazar y el colmo es descubrir que es tiene casi su misma edad.
Éstas son las premisas de Sólo mío, y el resultado es, en mi opinión, una novela chispeante e ingeniosa. Los diálogos reflejan un duelo de voluntades entre la pareja protagonista, un lucha de ingenios y una historia de amor alocada pero intensa.
La novela además cuenta con una preciosa historia secundaria, la de Lynn y Jim, los padres de Cal. Es una historia que me ha enganchado tanto como la de Jane y Cal, con un amor más maduro que se inició cuando ambos eran apenas unos adolescentes y que les llevó a vivir una vida para la que no estaban preparados dando como resultado la historia de amor repleta de encanto, madurez y sencillez. Realmente me ha gustado muchísimo esta trama, tanto que no me habría importado más páginas.
Al margen de estos personajes, a destacara a Annie Glide, la abuela materna de Cal, una mujer dura y áspera como las montañas, pero una mujer cuya peculiar filosofía siempre da qué hablar. Por otro destacar a Kevin Tucker, el protagonista de Este corazón mío, unos años antes.
Con todo esto, el resultado es una novela entretenida, a veces alocada, a veces profunda y emotiva, divertida y con este toque tan característico de su autora. En mi opinión una novela muy recomendable.
Científica y física, y con un altísimo coeficiente intelectual desde muy jovencita se ha sentido una rareza, lo que le ha dificultado relacionarse con los hombres.
Decidida a ser madre, y descartando recurrir a un banco de esperma, su objetivo es Cal Bonner, el quaterback de los Chicago Stars.
A punto de cumplir treinta y seis años, Cal no se siente preparado para acabar su carrera deportiva, pese a que las lesiones son cada vez más frecuentes y pese a que Kevin Tucker, el quarterback suplente, cada día pone más en peligro su titularidad con su juventud y brillantez en el terreno de juego.
Sus amigos y compañeros de equipo preocupados por la falta de compañía femenina de Cal, tras la ruptura con su última y jovencísima novia, le preparan un regalo de cumpleaños: una prostituta de lujo, quien no es otra que Jane.
Una groupie de los Chicagos Stars, Jodie, vecina de Jane y conocedora del deseo de ésta de ser madre, la convence de fingir ser una prostituta para tratar de quedar embarazada. Jodie no actúa desinteresadamente, sino que espera conseguir que la camiseta de Kevin Tucker pase a engrosar su colección.
Pero Jane no conoce ese detalle y tras ver a Cal en televisión, decide que es el candidato perfecto para convertirse en el padre de su hijo: atractivo, con buena salud (se encarga de estudiar sus informes médicos) y no demasiado inteligente. ¿Qué más se puede pedir?
De hecho Jane cree que es un auténtico estúpido: el hombre perfecto con el que mezclar sus genes, de modo que su inteligencia quede compensada con las pocas luces de él.
El plan es simple: ella se quedará embarazada de Cal y éste nunca sabrá nada. No obstante las planes de Jane se van al traste.
Jane queda embarazada pero Cal lo descubre y la obliga a casarse con él hasta que el bebé nazca, entonces se divorciarán. Puede que no esté preparado para el matrimonio y la paternidad, pero es un hombre de principios que no piensa consentir que ningún hijo suyo nazca fuera del matrimonio, aunque eso implique casarse con esa lunática y roba esperma de Jane Darlington.
Tras la boda, Jane no tarda en descubrir que Cal no es el zoquete que ella creía y que en realidad es un hombre inteligente. Cal descubre con horror que Jane es una mujer “mayor”, que tiene la friolera de treinta y cuatro años y no los veintiocho que él creía, algo que dada su aversión a envejecer le impacta.
Pese a que la “avanzada” edad de Jane y a la inteligencia de Cal, ambos descubren que se han casado con alguien totalmente opuesto a lo que esperaban y la atracción, existente desde la fiesta de cumpleaños de Cal, no tarda en renacer. Pero el suyo es un matrimonio con los días contados… ¿no?
Sólo mío es la tercera de las novelas que componen la saga de los Chicago Stars. En esta ocasión el protagonista es el quaterback Cal Bonner, de quien desde Tenías que ser tú conocíamos su aversión a las ataduras y las mujeres de poco más de veinte años.
Leyendo la sinopsis y las primeras páginas de la novela y siendo testigos de cómo se fragua el plan de Jane no pude menos que pensar de qué modo conseguiría la autora, con esta premisa, convertirla en una historia de amor de ésas que atrapan.
Susan Elizabeth Phillips lo consigue, no hay duda.
Habiendo leído otras novelas de esta escritora no deja de sorprenderme su capacidad para dar forma a una historia de amor partiendo de los personajes en teoría menos compatibles. Cal y Jane son una muestra más. Y como sucede con otras de sus novelas, los protagonistas siempre son más de lo que en principio parece, algo que vamos descubriendo paulatinamente.
En mi opinión SEP es una de las escritoras que mejor desarrolla y describe la personalidad y la psicología de los personajes.
Jane es una mujer que siempre se ha sentido señalada por su altísima inteligencia. Desde muy niña fue marcada como rara y ni siquiera su padre supo tratarla con el cariño que una niña tan especial requería. Creció sola, apartada de los jóvenes de su edad, ya que siendo una superdotada inició sus estudios universitarios con apenas catorce años. Con lo que siempre estuvo rodeada de hombres mucho mayores que ella, a excepción de sus alumnos, años más tarde, pero algo que éticamente le ha impedido entablar una relación con ninguno de ellos. Su único novio, otro científico, con el que ha tenido un noviazgo monótono y sin chispa, la abandona por una jovencita de veinte años.
Lo que más desea es ser madre y lucha por que su hipotético hijo sea lo más normal posible, por ello busca un hombre lo más estúpido posible.
Cal se niega a envejecer. Teme al futuro y le es más fácil negar el paso del tiempo. Sus parejas siempre han sido mucho más jóvenes que él, le resulta impensable relacionarse con alguien mayor de veinticuatro años.
Su mundo se tambalea cuando descubre que la “prostituta”, regalo de su treinta y seis cumpleaños, le utilizó para quedar embarazar y el colmo es descubrir que es tiene casi su misma edad.
Éstas son las premisas de Sólo mío, y el resultado es, en mi opinión, una novela chispeante e ingeniosa. Los diálogos reflejan un duelo de voluntades entre la pareja protagonista, un lucha de ingenios y una historia de amor alocada pero intensa.
La novela además cuenta con una preciosa historia secundaria, la de Lynn y Jim, los padres de Cal. Es una historia que me ha enganchado tanto como la de Jane y Cal, con un amor más maduro que se inició cuando ambos eran apenas unos adolescentes y que les llevó a vivir una vida para la que no estaban preparados dando como resultado la historia de amor repleta de encanto, madurez y sencillez. Realmente me ha gustado muchísimo esta trama, tanto que no me habría importado más páginas.
Al margen de estos personajes, a destacara a Annie Glide, la abuela materna de Cal, una mujer dura y áspera como las montañas, pero una mujer cuya peculiar filosofía siempre da qué hablar. Por otro destacar a Kevin Tucker, el protagonista de Este corazón mío, unos años antes.
Con todo esto, el resultado es una novela entretenida, a veces alocada, a veces profunda y emotiva, divertida y con este toque tan característico de su autora. En mi opinión una novela muy recomendable.
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