La imagen que Lucien Fairchild ofrece ante la Cámara de los Lores o en los bailes de sociedad, no deja entrever su otro yo: ese lado oscuro y misterioso al que pocos tienen acceso. En ocasiones, el apodo que sus compañeros y amigos le pusieran en Eton, Lucifer, le hace más justicia que el título de Conde de Strathmore.
Ha finalizado la guerra, Napoleón se ha retirado pero las intrigas y traiciones continuan al acecho. Lejos del campo de batalla, en un momento en que los derrotados y vencedores caminan lado a lado, Lucien sigue trabajando para el servicio de inteligencia. Sigue el rastro de un espía inglés, el Fantasma, que durante la guerra actuó como espía para los franceses. Las pesquisas le conducen hasta el Club de los Demonios, un selecto y depravado grupo de Lores que han resucitado el llamado Club de Fuego del Infierno.
En su mayoría lo componen hombres que gozan de buena posición social, estatus y reconocimiento por sus títulos, pero dentro de él hay un grupo más reducido, al que sólo acceden pocos, los llamados Discípulos. Son hombres peligrosos, crueles, capaces de todo para saciar sus más bajos y sucios instintos, llegando a extremos inimaginables.
En una de las reuniones del Club de los Demonios, Lucien topa accidentalmente con Emmie, una tímida doncella a la que salva de ser violada por un de los Demonios. Lucien, un hombre que durante los últimos años ha vivido casi en celibato, para el que el sexo está lejos de ser placentero por la desazón y angustia que sufre posteriormente, siente que algo despierta al conocer a esa tímida doncella. Más tarde descubre que, en realidad, se llama Kitty. Luego conoce a la exuberante y pizpireta camarera, Sally y que resulta ser la muchacha que, siempre bajo apariencias, disfraces y nombres diferentes, se cruza en su camino una y otra vez. Sally, Jane, Cassie James... son nombres que se enlazan en un caleidoscopio de verdades y mentiras, donde nada es lo que parece ni nadie quien dice ser.
La obsesión de Lucien por la joven, a la que acaba apodando Lady Némesis, por sus múltiples personalidades y por no conocer en qué bando juega, pone en peligro su misión y su identidad. Con frecuencia, mientras se adentra en el peligroso entorno de los Demonios se encuentra con la muchacha y acaba actuando como un fiel caballero de brillante armadura, y la rescata una y otra vez.
Detrás de estos múltiples disfraces se esconde Kit Travers, una joven que trata de infiltrarse en el seno del club de los Demonios para descubrir el paradero de su hermana gemela, Kira, desaparecida dos meses atrás. De entrada desconfía de Lucien, lo cree uno más de los depravados Lores que participan de las orgías y mezquindades de ese club infernal. Sin embargo, tras ser rescatada por él en varias ocasiones, acaba viendo que, más allá de la apariencia dorada y peligrosamente atractiva de Lucifer, se esconde un hombre leal y protector, dispuesto a todo por hacer justicia.
Poco a poco acaba confiando en él pero, aún así, no hasta el punto de confiarle su corazón y sentimientos. Y ésa se convierte en la misión más peligrosa de todas: entregar no sólo su cuerpo sino también su alma a Lucifer, el dorado Ángel Caído.
Después de leer Tormenta de pasiones, la novela que da inicio a la maravillosa saga histórica de Los Ángeles Caídos, escrita por Mary Jo Putney, Lucien se convirtió en uno de mis personajes preferidos. Si bien es cierto, que siento debilidad por Nicholas, el Conde gitano, el leal y protector Lucien -cuyo apoyo me resultaba incongruente al principio- supo hacerse un hueco en mi corazón por su carácter y ese aire peligroso e intimidante a la vez que galante que exhibía.
En Un baile con el diablo conocemos las dos caras de Lucien, la del Conde serio y formal, el amigo leal que tantas veces está al lado del resto de Ángeles Caídos y la del agente peligroso y seductor.
En cierto modo es un personaje con dos caras, entrelazadas e indivisibles.
Aunque Kit, la protagonista de esta novela, es una mujer que nos ofrece muchas personalidades y disfraces diferentes, para mí Lucien es más complejo, pues él sí tiene dos caras.
Un Baile con el diablo me ha parecido una fantástica novela, que recrea una ambientación sórdida, misteriosa y peligrosa de un modo soberbio y cautivador, logrando a la vez ser el marco donde nace una preciosa historia de amor.
La infancia de ambos protagonistas está muy presente a lo largo de la trama. De un modo u otro ha marcado a los dos. En el caso de Lucien me ha sorprendido, aunque no demasiado. Sí lo han hecho los trágicos y desagarradores hechos que truncaron su niñez, no el modo en que le marcó como hombre. Pues su carácter leal, protector y sacrificado ha sido de sobras conocido en las novelas de Tormenta de pasiones y Pétalos en la tormenta.
Como es habitual, la documentación histórica sobre la que se sustenta esta novela está muy mimada. Desde mi punto de vista Mary Jo Putney es una de las autoras románticas que más cuidan y desgranan las peculiaridades de las épocas históricas en que transcurren sus novelas.
Desde las calles de Mayfair, a castillos en las afueras de Londres, mazmorras y catacumbas o la elegante sala de baile de una respetable matrona o un teatro, Un baile con el diablo nos traslada de un escenario a otro con agilidad, maestría e intriga. Mientras se usurpan identidades, se describen secuestros o las orgías ofrecidas en el club de los Demonios nace casi tímidamente esta bonita historia de amor.
El suspense va in crescendo y, entre escena y escena, disfraz y nuevo escenario, Lucien y Kit se enamoran irremediablemente. Una historia dulce y sensual que seduce por el marco peligroso y misterioso en que tiene lugar y por el carrusel de emociones que despierta.
Con un protagonista como Lucien creo que la historia de amor no podía ser otra cosa que la de un caballero protector, un héroe y un leal compañero. No encuentro palabras para describir el abanico de sentimientos que esta historia ha despertado en mí. Además la novela cuenta con el aliciente de pequeñas apariciones del resto de Ángeles Caídos, Nicholas, Rafe y Michael quien, sobre todo, juega un papel bastante importante.
No puedo acabar este comentario sobre la novela sin dejar de señalar la manera en que Mary Jo Putney describe el nexo entre hermanos gemelos. En Un baile con el diablo es muy importante y es una peculiaridad que marca el carácter de la trama en muchas ocasiones, así como la manera de actuar de Kit y Lucien.
Desde mi humilde punto de vista, Un baile con el diablo es una de las novelas más notables de la saga de Los Ángeles Caídos. Es una historia en la que la atención no decae en ningún momento y donde se transmiten sentimientos y principios página a página. Amor, lealtad, sacrificio, amistad y confianza son algunos de los puntales sobre los que se sustenta esta novela romántica, protagonizada por una joven con múltiples identidades, oculta siempre tras un disfraz, y el leal y protector Lucifer de los Ángeles Caídos que, por fin, encuentra el amor.
Una novela maravillosa.
Ha finalizado la guerra, Napoleón se ha retirado pero las intrigas y traiciones continuan al acecho. Lejos del campo de batalla, en un momento en que los derrotados y vencedores caminan lado a lado, Lucien sigue trabajando para el servicio de inteligencia. Sigue el rastro de un espía inglés, el Fantasma, que durante la guerra actuó como espía para los franceses. Las pesquisas le conducen hasta el Club de los Demonios, un selecto y depravado grupo de Lores que han resucitado el llamado Club de Fuego del Infierno.
En su mayoría lo componen hombres que gozan de buena posición social, estatus y reconocimiento por sus títulos, pero dentro de él hay un grupo más reducido, al que sólo acceden pocos, los llamados Discípulos. Son hombres peligrosos, crueles, capaces de todo para saciar sus más bajos y sucios instintos, llegando a extremos inimaginables.
En una de las reuniones del Club de los Demonios, Lucien topa accidentalmente con Emmie, una tímida doncella a la que salva de ser violada por un de los Demonios. Lucien, un hombre que durante los últimos años ha vivido casi en celibato, para el que el sexo está lejos de ser placentero por la desazón y angustia que sufre posteriormente, siente que algo despierta al conocer a esa tímida doncella. Más tarde descubre que, en realidad, se llama Kitty. Luego conoce a la exuberante y pizpireta camarera, Sally y que resulta ser la muchacha que, siempre bajo apariencias, disfraces y nombres diferentes, se cruza en su camino una y otra vez. Sally, Jane, Cassie James... son nombres que se enlazan en un caleidoscopio de verdades y mentiras, donde nada es lo que parece ni nadie quien dice ser.
La obsesión de Lucien por la joven, a la que acaba apodando Lady Némesis, por sus múltiples personalidades y por no conocer en qué bando juega, pone en peligro su misión y su identidad. Con frecuencia, mientras se adentra en el peligroso entorno de los Demonios se encuentra con la muchacha y acaba actuando como un fiel caballero de brillante armadura, y la rescata una y otra vez.
Detrás de estos múltiples disfraces se esconde Kit Travers, una joven que trata de infiltrarse en el seno del club de los Demonios para descubrir el paradero de su hermana gemela, Kira, desaparecida dos meses atrás. De entrada desconfía de Lucien, lo cree uno más de los depravados Lores que participan de las orgías y mezquindades de ese club infernal. Sin embargo, tras ser rescatada por él en varias ocasiones, acaba viendo que, más allá de la apariencia dorada y peligrosamente atractiva de Lucifer, se esconde un hombre leal y protector, dispuesto a todo por hacer justicia.
Poco a poco acaba confiando en él pero, aún así, no hasta el punto de confiarle su corazón y sentimientos. Y ésa se convierte en la misión más peligrosa de todas: entregar no sólo su cuerpo sino también su alma a Lucifer, el dorado Ángel Caído.
Después de leer Tormenta de pasiones, la novela que da inicio a la maravillosa saga histórica de Los Ángeles Caídos, escrita por Mary Jo Putney, Lucien se convirtió en uno de mis personajes preferidos. Si bien es cierto, que siento debilidad por Nicholas, el Conde gitano, el leal y protector Lucien -cuyo apoyo me resultaba incongruente al principio- supo hacerse un hueco en mi corazón por su carácter y ese aire peligroso e intimidante a la vez que galante que exhibía.
En Un baile con el diablo conocemos las dos caras de Lucien, la del Conde serio y formal, el amigo leal que tantas veces está al lado del resto de Ángeles Caídos y la del agente peligroso y seductor.
En cierto modo es un personaje con dos caras, entrelazadas e indivisibles.
Aunque Kit, la protagonista de esta novela, es una mujer que nos ofrece muchas personalidades y disfraces diferentes, para mí Lucien es más complejo, pues él sí tiene dos caras.
Un Baile con el diablo me ha parecido una fantástica novela, que recrea una ambientación sórdida, misteriosa y peligrosa de un modo soberbio y cautivador, logrando a la vez ser el marco donde nace una preciosa historia de amor.
La infancia de ambos protagonistas está muy presente a lo largo de la trama. De un modo u otro ha marcado a los dos. En el caso de Lucien me ha sorprendido, aunque no demasiado. Sí lo han hecho los trágicos y desagarradores hechos que truncaron su niñez, no el modo en que le marcó como hombre. Pues su carácter leal, protector y sacrificado ha sido de sobras conocido en las novelas de Tormenta de pasiones y Pétalos en la tormenta.
Como es habitual, la documentación histórica sobre la que se sustenta esta novela está muy mimada. Desde mi punto de vista Mary Jo Putney es una de las autoras románticas que más cuidan y desgranan las peculiaridades de las épocas históricas en que transcurren sus novelas.
Desde las calles de Mayfair, a castillos en las afueras de Londres, mazmorras y catacumbas o la elegante sala de baile de una respetable matrona o un teatro, Un baile con el diablo nos traslada de un escenario a otro con agilidad, maestría e intriga. Mientras se usurpan identidades, se describen secuestros o las orgías ofrecidas en el club de los Demonios nace casi tímidamente esta bonita historia de amor.
El suspense va in crescendo y, entre escena y escena, disfraz y nuevo escenario, Lucien y Kit se enamoran irremediablemente. Una historia dulce y sensual que seduce por el marco peligroso y misterioso en que tiene lugar y por el carrusel de emociones que despierta.
Con un protagonista como Lucien creo que la historia de amor no podía ser otra cosa que la de un caballero protector, un héroe y un leal compañero. No encuentro palabras para describir el abanico de sentimientos que esta historia ha despertado en mí. Además la novela cuenta con el aliciente de pequeñas apariciones del resto de Ángeles Caídos, Nicholas, Rafe y Michael quien, sobre todo, juega un papel bastante importante.
No puedo acabar este comentario sobre la novela sin dejar de señalar la manera en que Mary Jo Putney describe el nexo entre hermanos gemelos. En Un baile con el diablo es muy importante y es una peculiaridad que marca el carácter de la trama en muchas ocasiones, así como la manera de actuar de Kit y Lucien.
Desde mi humilde punto de vista, Un baile con el diablo es una de las novelas más notables de la saga de Los Ángeles Caídos. Es una historia en la que la atención no decae en ningún momento y donde se transmiten sentimientos y principios página a página. Amor, lealtad, sacrificio, amistad y confianza son algunos de los puntales sobre los que se sustenta esta novela romántica, protagonizada por una joven con múltiples identidades, oculta siempre tras un disfraz, y el leal y protector Lucifer de los Ángeles Caídos que, por fin, encuentra el amor.
Una novela maravillosa.
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