Una vez fue el Seigneur de Minuit, el señor de la medianoche, un hombre al margen de la ley, un aventurero que imponía su ley y su justicia en los caminos de Inglaterra. Una vida peligrosa y heroica de la que tuvo que alejarse por la traición de una mujer. Ahora S.T. Maitland, vive exiliado en un castillo francés en ruinas, apartado de todo y de todos. Hace tres años que cerró la puerta a un pasado que, sin embargo, la joven Leigh Strachan quiere hacerle revivir a su pesar. Por ella, que ha perdido todo cuanto amaba y solo piensa en vengarse, tal vez sea capaz de hacerlo.
Leigh, una jovencita de buena familia inglesa, pierde a su familia y su hacienda por obra y gracia de un predicador loco y visionario, jefe de una secta religiosa. Le mueve la venganza, y para ello, disfrazada de chico, busca al Seigneur de Minuit, quiere que éste le enseñe el arte de la espada.
S.T. Maitland huyó a Francia porque habían puesto precio a su cabeza, está sordo del oído izquierdo y tiene vértigos. Vive en un castillo en ruinas con su lobo Nemo. Sabe que está inútil para ayudar a Leigh, pero le gusta la aventura, la emoción y está aburrido.
Leigh no sale de su asombro cuando, en el largo viaje de vuelta a Inglaterra, S.T. la sorprende continuamente con sus habilidades, es un hombre divertido, juguetón y honorable. Tiene un don especial para tratar y adiestrar animales y gracias a ese don, consiguen las monturas necesarias. A pesar de sus carencias e intentando superarlas, se erige en caballero andante para ayudar a la chica, a costa de su salud y su libertad.
El señor de la medianoche es intenso en cuanto a vicisitudes y peligros, tiene momentos emotivos, divertidos, tristes y pasionales. Como es normal en los libros de esta autora, los protagonistas no son perfectos, ni siquiera afines, Leigh, seria y práctica, choca con S.T., aventurero y un poco irresponsable. En principio parece difícil que puedan encajar y los dos piensan que no son dignos el uno del otro, pero aprenden a complementarse cuando S.T. entiende que Leigh es su equilibrio y Leigh se da cuenta de que arriesgarse puede ser emocionante.
Un libro precioso, como todos los de Laura Kinsale, no sé cual es el que me gusta más, disfruto muchísimo leyéndolos todos, me sumerjo en unas historias distintas que me llenan de emoción. Son novelas románticas, pero también son libros de historia magníficamente ambientados. Lo dicho, otro nivel.
Muy buena, preciosa.
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