Sinopsis:
Hace cientos de años, un cruel guerrero entregó su alma y las de sus descendientes al diablo a cambio de la habilidad de transformarse en una fiera salvaje. Mil años después, Adrik Wilder, impelido por la oscura herencia familiar, siembra el terror por doquier. Cuando se cruza en su camino la bella y apasionada Karen Sonnet, Adrik ve posible el librarse del yugo de la maldición, pero la irrupción de una nueva fuerza maligna frustra sus planes y le obliga a tomar una difícil decisión: ¿se vengará de sus enemigos o salvará a Karen de un horrible destino?
Opinión:
Tercer libro de una serie, con una buena dosis de sensualidad primaria más que base argumental en sí. Pero hay que reconocer que, en mi caso cuanto menos, la segunda entrega superó a la primera y esta tercera aún es mejor que las que le preceden, por lo que espero con impaciencia el cuarto volumen. Más, después de descubrir la sorpresita que nos tenía reservada su autora al final de la obra que nos ocupa.
En La atracción de la oscuridad seguimos con la maldición, con la búsqueda de otro de los iconos que pueden ser la salvación de la familia Wilder, y por supuesto, con el alma pura hecha hembra ignorante del papel que el destino le tiene preparado, y que es la única que puede hacerse con la tablilla y el corazón del protagonista. Se repiten pues las mismas pautas que en las historias anteriores, pero añadiendo un nuevo ingrediente. Y es que, en este caso, nuestro hombre se encuentra al borde mismo del abismo.
Hace tiempo que Adrik se dejo seducir por el lado oscuro de su naturaleza y se alejó de su familia para terminar por construirse un futuro como mercenario en el Nepal. En la primera parte de la novela nos encontramos con un hombre rudo, peligroso, extremadamente sexual y dominante, que no reconoce más potestad que la de su conveniencia. Algo así como cavernícola con algún atisbo de sentimiento, cuerpo de infarto, y ojos paganos misteriosamente negros. En la segunda parte el personaje central masculino mantiene el físico de impresión pero la trampa de la seducción que teje alrededor de la protagonista es de una elegante inteligencia y dulzura.
La chica no es tonta y algo intuye: ¿Qué tienen en común el mercenario que la secuestró y el diseñador de juegos informáticos de maravillosos ojos verdes que ahora la pretende? ¿Son acaso el mismo hombre? Y si no lo es, ¿por qué su instinto básico la insta a huir?
Como es lógico cuando quiere reaccionar ya es tarde y a partir de ese momento no le queda más remedio que confiar en él si quiere salvar la vida.
La trama de aventuras tiene un ritmo trepidante a lo largo de toda la novela. Por momentos viene cargada de misterio y en otros se recrea más en el zoológico sobrenatural que ha creado la autora para esta serie. Siendo los secundarios de mediocre construcción, el plato fuerte del menú lo constituye la atracción visceral y adictiva entre los protagonistas y la lucha que mantienen por escapar de ella.
Es una novela entretenida, con unos protagonistas fuertes y decididos (El lado primitivo de Pantera-man tiene su aquel y la chica sabe estar a su altura). Y con un final…
No seré yo la que me quede con la intriga de saber quién es el protagonista de la siguiente entrega.
Tercer libro de una serie, con una buena dosis de sensualidad primaria más que base argumental en sí. Pero hay que reconocer que, en mi caso cuanto menos, la segunda entrega superó a la primera y esta tercera aún es mejor que las que le preceden, por lo que espero con impaciencia el cuarto volumen. Más, después de descubrir la sorpresita que nos tenía reservada su autora al final de la obra que nos ocupa.
En La atracción de la oscuridad seguimos con la maldición, con la búsqueda de otro de los iconos que pueden ser la salvación de la familia Wilder, y por supuesto, con el alma pura hecha hembra ignorante del papel que el destino le tiene preparado, y que es la única que puede hacerse con la tablilla y el corazón del protagonista. Se repiten pues las mismas pautas que en las historias anteriores, pero añadiendo un nuevo ingrediente. Y es que, en este caso, nuestro hombre se encuentra al borde mismo del abismo.
Hace tiempo que Adrik se dejo seducir por el lado oscuro de su naturaleza y se alejó de su familia para terminar por construirse un futuro como mercenario en el Nepal. En la primera parte de la novela nos encontramos con un hombre rudo, peligroso, extremadamente sexual y dominante, que no reconoce más potestad que la de su conveniencia. Algo así como cavernícola con algún atisbo de sentimiento, cuerpo de infarto, y ojos paganos misteriosamente negros. En la segunda parte el personaje central masculino mantiene el físico de impresión pero la trampa de la seducción que teje alrededor de la protagonista es de una elegante inteligencia y dulzura.
La chica no es tonta y algo intuye: ¿Qué tienen en común el mercenario que la secuestró y el diseñador de juegos informáticos de maravillosos ojos verdes que ahora la pretende? ¿Son acaso el mismo hombre? Y si no lo es, ¿por qué su instinto básico la insta a huir?
Como es lógico cuando quiere reaccionar ya es tarde y a partir de ese momento no le queda más remedio que confiar en él si quiere salvar la vida.
La trama de aventuras tiene un ritmo trepidante a lo largo de toda la novela. Por momentos viene cargada de misterio y en otros se recrea más en el zoológico sobrenatural que ha creado la autora para esta serie. Siendo los secundarios de mediocre construcción, el plato fuerte del menú lo constituye la atracción visceral y adictiva entre los protagonistas y la lucha que mantienen por escapar de ella.
Es una novela entretenida, con unos protagonistas fuertes y decididos (El lado primitivo de Pantera-man tiene su aquel y la chica sabe estar a su altura). Y con un final…
No seré yo la que me quede con la intriga de saber quién es el protagonista de la siguiente entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.