Cuando el intrigante conde de Esmond entra en una estancia, las mujeres desfallecen y los dientes de los hombres chirrían. Está muy acostumbrado a esta reacción... y la explota de manera brillante. Pero no estaba preparado para Leila Beaumont, para su mirada peligrosamente cautivadora. Un problema y de los grandes, pues Esmond no puede permitirse la distracción de un enredo, por muy apasionante que prometa ser. Se supone que trabaja para el gobierno y sus superiores quieren ver al corrupto y traidor marido de Leila entre rejas. Cuando, sorpresiva e inconvenientemente, este aparece muerto, todos los esfuerzos de Esmond se centrarán en alejar a Leila de toda sospecha. No ser colgada por el asesinato de su marido no es lo que más la preocupa. Quiere saber la verdad, toda la verdad, acerca de Esmond, ese hombre que está trastocando su vida. Loretta Chase ha escrito más de diez novelas románticas de gran éxito. Está casada y vive felizmente dedicando todo su tiempo a la escritura. Con esta novela continúa la serie iniciada con El encanto de un bribón. Un hombre atormentado en busca de redención. Una mujer fascinante y apasionada. Y un crimen...
Esmond trabaja para el gobierno, como muchos otros protagonistas en este tipo de novelas. A mí, particularmente, me gusta que sean así porque sus situaciones pueden desembocar en intrigas. Y las intrigas me entusiasman.
Loretta Chase nos describe a un personaje de oscuro pasado (esto también me gusta), traicionado y con un modo de actuar que no sigue las normas. Pero es que ya no se fía de nadie. Y menos aún de las mujeres.
No cuenta, claro está, y aquí está el quid de la cuestión, con la protagonista femenina, Leila Beaumont, una mujer con fuerte carácter que ha conseguido superar sus propios demonios. Ella ha sido engañada por un hombre y se ha casado muy joven. Pero su marido es un ser despreciable al que odia.
Esmond tiene como misión descubrir al marido de Loretta, capaz de todo por conseguir encumbrarse y ser poderoso. Pero ella está en medio. Y la atracción le hace más difícil su trabajo.
En esta novela tenemos un poco de todo: intriga, seres despreciables, protagonistas de fuertes convicciones, crímenes y hasta un poco de detectives.
No voy a decir que es una novela que me ha hecho leerla de un tirón, porque no sería cierto. Más bien la he leído con un poco de calma, lo que quiere decir que no me ha terminado de entusiasmar aunque, y lo repito una vez más, las historias con intriga son mi perdición.
Pero la autora promete y la novela es entretenida. Lo suficiente para no dejarla abandonada y darle otra oportunidad a la escritora.
Esmond trabaja para el gobierno, como muchos otros protagonistas en este tipo de novelas. A mí, particularmente, me gusta que sean así porque sus situaciones pueden desembocar en intrigas. Y las intrigas me entusiasman.
Loretta Chase nos describe a un personaje de oscuro pasado (esto también me gusta), traicionado y con un modo de actuar que no sigue las normas. Pero es que ya no se fía de nadie. Y menos aún de las mujeres.
No cuenta, claro está, y aquí está el quid de la cuestión, con la protagonista femenina, Leila Beaumont, una mujer con fuerte carácter que ha conseguido superar sus propios demonios. Ella ha sido engañada por un hombre y se ha casado muy joven. Pero su marido es un ser despreciable al que odia.
Esmond tiene como misión descubrir al marido de Loretta, capaz de todo por conseguir encumbrarse y ser poderoso. Pero ella está en medio. Y la atracción le hace más difícil su trabajo.
En esta novela tenemos un poco de todo: intriga, seres despreciables, protagonistas de fuertes convicciones, crímenes y hasta un poco de detectives.
No voy a decir que es una novela que me ha hecho leerla de un tirón, porque no sería cierto. Más bien la he leído con un poco de calma, lo que quiere decir que no me ha terminado de entusiasmar aunque, y lo repito una vez más, las historias con intriga son mi perdición.
Pero la autora promete y la novela es entretenida. Lo suficiente para no dejarla abandonada y darle otra oportunidad a la escritora.
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