Tras la muerte de su padre, la hermosa lady Clare descubre que debe casarse para proteger Deseo, la isla que acaba de heredar. Cuando el futuro marido, elegido por sus guardianes, cruza, cabalgando, las puertas del castillo, lady Clare se siente completamente traicionada.
Sir Gareth de Wyckmere no es el poeta que ella habría deseado, sino un temible caballero convencido de poder domar a su rebelde esposa. Sin embargo, Gareth no podrá impedir que Clare haga todo lo posible por amoldarlo a su ideal..., hasta que el choque de voluntades enciende una pasión desbordante, y una conspiración pone en peligro tanto su amor como sus vidas.
Hay muchas lectoras a las que esta autora no acaba de agradar, es posible que sea por sus personajes, que no se amoldan a los cánones establecidos en muchas ocasiones. Pero a mí, particularmente, me gustan todas sus novelas y rebusco en librerías –incluso de segunda mano. Con tal de hacerme con alguna que no tengo. Suerte que en RBA decidieron sacar éste título, porque me faltaba. Y ahora que tengo un poco de tiempo, me gustaría comentarlo.
La historia es de la Edad Media. Y es curioso, porque esta autora escribe mayormente sobre la época de la Regencia, lo que se le da estupendamente.
Lady Claire hereda una propiedad llamada Deseo.
Sir Gareth no es el caballero que ella esperaba para convertirse en su marido, sino un hombre que está seguro de poder dominar a su esposa, a la que sabe rebelde por naturaleza. Ella, sin embargo, intentará que él comulgue con sus ideas. Pero ninguno de los dos podrá remediar que la intriga les rodee y les ponga en peligro.
La protagonista es dueña nada más y nada menos que de una isla. No un castillo, una fortaleza o una gran mansión, sino de una isla. Esto me hizo recordar Shanna, en la que también la heroína de esa novela vive en una.
Como siempre, Amanda Quick me ha sorprendido al contar que Claire se dedica al inusual trabajo de fabricar perfumes y jabones. Desde luego, tiene ingenio esta escritora, porque todas sus protagonistas suelen tener trabajos o aficiones nada usuales.
El caso es que no tiene más remedio que contraer matrimonio para poder seguir siendo sueña de la isla, que se llama Deseo. Está siendo constantemente atacada y la mejor solución es un esposo fuerte que defienda sus propiedades. A ella no le hace mucha gracia tener que casarse, desde luego (todas las protagonistas de esta autora son terriblemente independientes y ésta no podía ser menos). Pero quiere elegir entre varios al que mejor le convenga. Pero los deseados –o indeseados- candidatos no son tantos como ella imagina, porque odia a muerte a uno de ellos, de manera que tiene poco donde elegir.
Gareth es hijo de un señor feudal, con ejército propio. Eso sí, es hijo bastardo, que da mucho juego en las novelas románticas, no sé el motivo. Persigue ser dueño de tierras y poder y para ello ¿qué mejor que casarse con Claire?
Él pide respeto, pero ella está poco dispuesta a dárselo y el tira y afloja entre ambos, las situaciones encontradas, crean el ambiente que gusta en una novela de este tipo.
La protagonista, terca como ella sola, se opone al héroe de todos los modos posibles, impidiéndole hacer lo que realmente quiere. Pero hay pasión en sus enfrentamientos. Mucha pasión. Y escenas preciosas, sutilmente escritas.
Para mí, es una de novelas más entretenidas de esta autora.
Sir Gareth de Wyckmere no es el poeta que ella habría deseado, sino un temible caballero convencido de poder domar a su rebelde esposa. Sin embargo, Gareth no podrá impedir que Clare haga todo lo posible por amoldarlo a su ideal..., hasta que el choque de voluntades enciende una pasión desbordante, y una conspiración pone en peligro tanto su amor como sus vidas.
Hay muchas lectoras a las que esta autora no acaba de agradar, es posible que sea por sus personajes, que no se amoldan a los cánones establecidos en muchas ocasiones. Pero a mí, particularmente, me gustan todas sus novelas y rebusco en librerías –incluso de segunda mano. Con tal de hacerme con alguna que no tengo. Suerte que en RBA decidieron sacar éste título, porque me faltaba. Y ahora que tengo un poco de tiempo, me gustaría comentarlo.
La historia es de la Edad Media. Y es curioso, porque esta autora escribe mayormente sobre la época de la Regencia, lo que se le da estupendamente.
Lady Claire hereda una propiedad llamada Deseo.
Sir Gareth no es el caballero que ella esperaba para convertirse en su marido, sino un hombre que está seguro de poder dominar a su esposa, a la que sabe rebelde por naturaleza. Ella, sin embargo, intentará que él comulgue con sus ideas. Pero ninguno de los dos podrá remediar que la intriga les rodee y les ponga en peligro.
La protagonista es dueña nada más y nada menos que de una isla. No un castillo, una fortaleza o una gran mansión, sino de una isla. Esto me hizo recordar Shanna, en la que también la heroína de esa novela vive en una.
Como siempre, Amanda Quick me ha sorprendido al contar que Claire se dedica al inusual trabajo de fabricar perfumes y jabones. Desde luego, tiene ingenio esta escritora, porque todas sus protagonistas suelen tener trabajos o aficiones nada usuales.
El caso es que no tiene más remedio que contraer matrimonio para poder seguir siendo sueña de la isla, que se llama Deseo. Está siendo constantemente atacada y la mejor solución es un esposo fuerte que defienda sus propiedades. A ella no le hace mucha gracia tener que casarse, desde luego (todas las protagonistas de esta autora son terriblemente independientes y ésta no podía ser menos). Pero quiere elegir entre varios al que mejor le convenga. Pero los deseados –o indeseados- candidatos no son tantos como ella imagina, porque odia a muerte a uno de ellos, de manera que tiene poco donde elegir.
Gareth es hijo de un señor feudal, con ejército propio. Eso sí, es hijo bastardo, que da mucho juego en las novelas románticas, no sé el motivo. Persigue ser dueño de tierras y poder y para ello ¿qué mejor que casarse con Claire?
Él pide respeto, pero ella está poco dispuesta a dárselo y el tira y afloja entre ambos, las situaciones encontradas, crean el ambiente que gusta en una novela de este tipo.
La protagonista, terca como ella sola, se opone al héroe de todos los modos posibles, impidiéndole hacer lo que realmente quiere. Pero hay pasión en sus enfrentamientos. Mucha pasión. Y escenas preciosas, sutilmente escritas.
Para mí, es una de novelas más entretenidas de esta autora.
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