Hay algunos secretos...
Adria Nash había ido a Oregon para reclamar su vida y demostrar que ella es en realidad London Danvers, la niña secuestrada años atrás de una de las más ricas dinastías hoteleras del noroeste del Pacífico. Pero el poderoso clan Danvers se niega a aceptarla. Ellos creen que es una cazafortunas, una impostora. Entonces Adria conoce a Zachary Danvers un notorio e irresistible seductor.
...que una mujer nunca debería revelar
Combatiendo la atracción por el hombre que problabemente sea su hermanastro, Adria se ve arrastrada al lujoso y traicionero mundo de Zach. Cuando su pasión estalla, descubre un impactante secreto que amenaza su herencia y su vida. Para conservar lo que es suyo Adria tendrá que revelar sus más íntimos secretos aunque esto signifique perder a Zach y el amor que valora por encima de todo.
La protagonista, Adria, es secuestrada siendo niña. Pertenece a una de las mejores familias, gente acomodada y con poder.
Años más tarde, cuando ya es adulta, regresa a Oregón para reclamar lo que le pertenece. Muchas mujeres han intentando hacerse pasar por ella diciendo que son la heredera raptada cuando era pequeña.
Adria Nash, sin embargo, sabe cosas de la familia que nadie más que la verdadera heredera podría conocer. Pero los Danvers son un clan cerrado y no la admiten. De poco ayuda no recordar qué paso exactamente la noche en que la secuestraron, lo que provoca que la familia no crea en su historia.
Empeñada en demostrar su verdadera identidad, Adria está decidida a todo y resulta ser una joven luchadora y directa. Solamente le perturba la extraña sensación de estar metiéndose en un avispero.
La intriga surge porque alguien la vigila y sigue todos sus pasos. Alguien que lo que realmente desea es su muerte.
Es una novela de suspense romántico llena de vueltas y revueltas, con personajes secundarios bastante buenos, en los que la antigua niñera, Ginny, quien es la que se supone que puede aportar luz en el secuestro de Adria, desapareció la misma noche sin dejar rastro. Se esfumó a pesar de que el patriarca llegó a ofrecer una cantidad desorbitante por el paradero de su hija.
El personaje de Danvers tiene relevancia porque pinta como el causante de la muerte de la madre de Adria-London, que cayó desde el hotel, apareciendo ante muchos como un suicidio, mientras que otros le culpan a él de asesino.
Intriga y tensión envuelven esta historia en la que la protagonista debe empezar a abrir las puertas de los secretos familiares, además de probar su identidad.
Muchos secretos, envidias, una fortuna a dividir, varios herederos cada uno con su modo de pensar y actuar, una protagonista fuerte y un partenaire a su altura, Zachary Danvers. El egoísmo que recubre a algunos de los personajes da muestras de lo que se puede hacer por conseguir el control de una fortuna, incluso llegar al asesinato por mantener lo que tienen.
La lectura puede resultar un poco confusa por los avances y retrocesos en la narración de la historia. Aunque para mí no ha supuesto eso ningún problema, sí ha me ha resultado por momentos un poco pesada.
Sin embargo, lo que sí me ha desagradado y mucho, es la atracción entre Zachary y Adria. Todo apunta a que son hermanastros, pero ellos, a pesar de que se lo recuerdan constantemente, siguen adelante con sus devaneos, con sus irrefrenables deseos carnales y los llevan a término porque no los pueden reprimir. Confieso que esto es, exactamente, lo que me ha amargado la novela. Debo tener una mente muy cerrada, o tal vez no he sido capaz de separar la ficción de la realidad y a lo mejor por eso, no la he disfrutado como debiera. Lo cierto es que el descontento que esto me provocaba, ha sido el elemento que ha primado para decir que esta novela no me ha gustado nada.
Creo que es un romance de intriga contemporáneo bien escrito y que cualquiera que no tenga los “reparos” que he tenido yo, puede leerla muy bien y disfrutarla.
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