Novela corta de los años 80 publicada ahora en Top Novel junto a otras dos historias más en un libro titulado El juego del destino.
Colin Sullivan estaba dispuesto a realizar la obra definitiva de su carrera teniendo a Cassidy St. John como modelo. Pintarla, con su pasión por la vida y aquella belleza que le cautivaba, representaría todo un desafío. Pero, cuando la tuvo día tras día frente a él, comprendió que el auténtico desafío no sería capturar su imagen, sino su corazón.
Esta historia de amor entre el famoso pintor Colin Sullivan y la joven que sueña con ser novelista Cassidy St. John, está ambientada en San Francisco. Es una novela corta y por tanto no hay lugar para que la autora se recree mucho con determinadas cosas, sin embargo, las precisas pinceladas que da sobre la ciudad ayudan a situarte e imaginarla.
La trama es simple: Cass ha sido despedida de uno de sus ocasionales trabajos con los que trata de mantenerse mientras aceptan su manuscrito. Mientras pasea envuelta en la niebla, el famosísimo pintor Colin Sullivan decide que tiene que pintarla. Ella acepta, entre otras cosas, porque es un trabajo que le va a reportar dinero y está sin blanca. A medida que ella posa y él pinta, se van enamorando.
Bueno, esta es otra novela que para comprender algunas de sus cosas, hay que recordar la fecha en la que está escrita. Las novelas románticas de aquellos entonces tenían ciertas características de su tiempo. En general, los protagonistas masculinos eran dominantes, orgullosos y un tanto despiadados, y solo al final, cuando caen rendidos de amor, demuestran cuanto quieren a la protagonista. En esta novela es así. Además, prácticamente toda la novela está narrada desde el punto de vista de Cass, por lo que a Colin solo lo vemos como la protagonista (en realidad es el narrador, pero es como si estuviera de su parte) lo ve.
Tampoco es cuestión de buscarle los tres pies al gato, porque si bien es cierto que aun para la fecha en la que está escrita hay muchas cosas que podrían mejorarse, también es verdad que para las pocas páginas que tiene tampoco se le puede pedir mucho más.
Esta es una novelita que está entretenida, que se lee rápido y que principalmente sirve para ver la sorprendente evolución que ha tenido esta autora.
Recomendable solo para fans y coleccionistas de Nora Roberts.
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