Segunda entrega de las viudas Standon y me ha gustado tanto como el primero, incluso algo más porque en el primero la segunda parte para mí quedó un poco coja, y aquí no me ha dado esa sensación. El primer encuentro entre Elinor y el que ella cree es el enviado de Lucy no tiene desperdicio. Me encanta cómo refleja los pensamientos del duque, es tan estirado que parece como si otra persona controlara su cuerpo, hay escenas muy divertidas.
James Lambert había ido a la casa de las viudas Standon para disculparse con Lucy, actual lady Clifton, pero nada más llegar Elinor lo confundió con otra persona y le rogó que le ayudara con un asuntillo algo complicado. El duque de Parkerton casi no pudo ni reaccionar. Más tarde, cuando Elinor le habla de su necesidad de encontrar un duque en el menor tiempo posible, James no puede negarse y continúa la farsa. Elinor, ayudándose del libro que les prestó la actual duquesa de Hollindrake, hace un listado de posibles duques. Su primer matrimonio fue una mala experiencia para Elinor, pero está dispuesta a sacrificarse para proteger a su hermana Tia de las garras de su padrastro, y solo un duque puede darle el apoyo que necesita.
Tras ese primer encuentro el duque se queda prendado de Elinor, de su actitud, pero también de cierta inocencia que percibe en ella, así que decide seguir la farsa y ayudarla a encontrar marido, a pesar de que su propia familia y sus criados empiecen a pensar que, el hasta ahora siempre serio y riguroso duque, está cayendo bajo la maldición familiar, la locura. Cuando Elinor le diga sobre qué duques debe investigar será una razón más para estar a su lado y protegerla, aunque ni ella misma lo sepa.
Elinor no entiende muchas veces la actitud de St Maur ya que se muestra tan altanero y arrogante como los propios duques y su manera de vestir con casa con su forma de actuar. La joven es demasiado inocente en algunos aspectos pero me ha gustado cómo no se pliega a los deseos o a las órdenes de St Maur y hace lo que le da la gana, aunque esté llevando al duque de Parkerton por la calle de la amargura, o por la calle de un mercadillo de ropa de segunda mano.
Hay escenas que me han provocado más de una carcajada, cuando el propio James descubre que su nombre no está en la lista de Elinor ¡¿cómo puede ser, si él es uno de los mejores partidos de Inglaterra?! Los diálogos entre los dos no tienen desperdicio y más de una situación con dobles sentidos.
La trama es sencilla, pero está escrito de tal manera que no hace falta más, es divertida, ágil y con unos personajes fantásticos. Tanto Elinor con su carácter y sus ideas, como James y su cambio de actitud y su renacer a la vida son los personajes perfectos para esta historia. Además de los protagonistas hay que mencionar a Minerva, la otra viuda Standon, a Tia, al hermano del duque y a los criados. La de situaciones que provocan sin ser plenamente conscientes.
Estoy deseando leer la historia de Minerva, la última de las viudas Standon.
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