El guardián invisible, de Dolores Redondo

Ainhoa Elizasu fue la segunda víctima del basajaun, aunque entonces la prensa todavía no lo llamaba así. Fue un poco más tarde cuando trascendió que alrededor de los cadáveres aparecían pelos de animal, restos de piel y rastros dudosamente humanos, unidos a una especie de fúnebre ceremonia de purificación. Una fuerza maligna, telúrica y ancestral parecía haber marcado los cuerpos de aquellas casi niñas con la ropa rasgada, el vello púbico rasurado y las manos dispuestas en actitud virginal.»

En los márgenes del río Baztan, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias que lo ponen en relación con un asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás.

La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, será la encargada de dirigir una investigación que la llevará devuelta a Elizondo, una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado de huir toda su vida. Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones del caso y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es una carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro más aterrador de una realidad brutal al tiempo que convocar a los seres más inquietantes de las leyendas del Norte.

Opinión:

Reconozco que es la primera novela que me leo de esta autora, si no llega a ser por un amigo, que me recomendó el libro como algo especial, seguiría sin conocerla. Así que, gracias Jorge, eres un tío genial.

Soy dada a creer que en las leyendas siempre hay algo de verdad, nada se inventa porque sí y los dichos populares son muy sabios. De modo que no vais a leerme decir que esta historia no me ha gustado. La he devorado porque, uniendo la leyenda con un caso policíaco, tengo los ingredientes perfectos para una buena historia.

Asesinatos sin explicación y sin tener pistas sobre el criminal se extienden por Baztán. Y Amaia Salazar se ve envuelta, como inspectora de policía, en una serie de complicados vericuetos que no la llevan a ninguna parte. Tampoco es agradable volver a revivir tus propios miedos. Pero tenaz, como es, se empeña en aclarar los crímenes, intentando a la vez que sus problemas personales no le pasen factura.

El personaje de Amaia es complejo, pero íntegro, valiente y es alentador ver el modo en que intenta superar las trabas del pasado, de una madre que no dio lo que podía.

Hay acción a raudales, pistas a seguir, pasillos que no llegan a ninguna parte y te obligan a retroceder para seguir una pista nueva. Es una auténtica aventura compartir la investigación con Amaia. En alguna crítica he leído que la policía no es un personaje que llene, y siento no estar de acuerdo porque al menos a mí sí que me ha llenado. Claro que no a todo el mundo puede gustarle lo mismo.

De los personajes secundarios voy a destacar a la hermana de la policía. Porque me ha parecido totalmente creíble, porque a veces creía tenerla enfrente, y porque creo que debe ser complicado crear un ser tan frío y poder transmitirlo al lector.

Resumiendo, que si este es el primer libro de la trilogía, la autora puede contar conmigo para seguir leyendo.