Ahora es periodista en Denver y está muy integrada en la comunidad Lakota, entre ese grupo de nativos americanos y el resto de miembros del I-team del periódico siente que por fin es querida y se siente en familia.
Para Kat es muy importante estar en comunión con la naturaleza, hace escapadas constantes a las montañas cercanas. En una de esas visitas, el terreno cede y Kat está a punto de morir, pero Gabriel Rossiter, Ranger y aficionado a la escalada y a otros cuantos deportes de riesgo, acude en su ayuda al verla caer.
Tres meses después Gabe reconoce a Kat cuando un oficial de policía la está sacando agarrada del pelo de una sauna ritual. A partir de ese momento Gabe no parará hasta que Kat acepte salir a tomar algo, y ella aprovechará para escribir un artículo sobre la intrusión en una tradición india. La investigación se complica y Kat y Gabe estarán a punto de morir en más de una ocasión.
En cuanto a los personajes, Gabe es un ranger que tiene un pasado doloroso, cortó con su vida anterior y hablará por primera vez de ello con Kat. Es un hombre íntegro, noble, fuerte y que no duda en arriesgar su vida para salvar a esa mujer que ha cambiado toda su mundo. Kat, es una joven que aún tiene cicatrices por esa madre que la desprecia. Es tímida en algunos momentos, pero también valiente y dulce. Sobre todo me ha gustado su tesón y su manera franca de hablar con Gabe. La tensión entre ambos es palpable casi desde el principio, y la química se nota en cada encuentro.
La relación entre ambos se cuece poco a poco hasta que Gabe olvida una promesa que se hizo hace mucho tiempo y Kat siente que debe aprovechar su tiempo con Gabe. La trama me ha parecido muy bien estructurada, con giros sorprendentes y un final que no me esperaba. Como única pega diré que me han sobrado unas cuantas escenas de cama, con alguna menos me habría gustado más.
Primer libro que leo de Pamela Clare y solo puedo decir que me ha gustado bastante. Los pocos detalles que comentan de la comunidad nativo americana me han parecido muy interesantes y la ambientación es casi un elemento más de la novela, cobra gran importancia para la trama y he disfrutado mucho con esa montaña sagrada. Ahora solo me queda empezar esta serie en orden, menos mal que no he empezado por el último.
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