Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que lo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le han hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos. Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado. A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
Opinión:
Es posible que alguna se haya leído La tierra que pisamos, de este mismo autor, y ya sepa el estilo de su pluma. No son libros fáciles de leer, quiero decir que no son historias deslavazadas y con poco fondo, sino todo lo contrario, donde los sentimientos priman muchas veces sobre el propio argumento.
La narrativa: es de las mejores, facilitando al lector seguir la historia sin altibajos, con descripciones muy buenas para ponerlo en situación.
Los personajes: vivos, auténticos, con espíritu de superación.
Ya os digo que este autor no relata simplemente, sino que te hace vivir lo que cuenta, compartir los sentimientos de los personajes y, por tanto, angustiarte o alegrarte con ellos. Que no os eche para atrás si al principio os da la impresión de que os va a resultar pesado, luego agradeceréis superar esa faceta porque vais a disfrutar mucho del libro.
La historia que nos cuenta en Intemperie es dura, una de esas historias que te llegan, que te angustian muchas veces, y que al final te das cuenta de que has aprendido con ella unos valores que creías olvidados. Porque nos habla de un ser indefenso que lucha por sobrevivir, de un hombre de campo seco, agrietado por el trabajo bajo el sol, de personajes reales. Es un cuadro perfecto, bastante distinto al que vemos a diario porque plasma la vida de las gentes rurales, alejadas de las capitales donde la mayoría de las cosas carecen de importancia, me refiero a las coas que de verdad son válidas.
Me ha atrapado la novela, como me atrapó la otra. Es un autor con el que aprendes, de los que utilizan un vocabulario rico, no 100 palabras para describir una historia. Y a mí me gusta aprender cuando leo, que no es todo cuestión de pasar el rato, para eso están las revistas de cotilleo. Si quería llegar de verdad a los lectores, creo que lo ha conseguido.
Hay violencia, pero porque la vida lo es y el autor lo que narra es la vida en estado puro. No por habitar en un ambiente rural, que por cierto describe a la perfección, se es menos dado a la violencia, soterrada unas veces, vívida otras.
Posiblemente me hubiera gustado un final más trabajado, pero sea como fuere es una lectura estupenda, con matices increíbles, personajes memorables y una prosa de las que se te quedan en la memoria.
He escuchado por la radio que posiblemente se haga una película de este libro. No sería de extrañar porque tiene argumentación más que sobrada para un film redondo. Si la ruedan, espero no perdérmela; es un modo de recordar el libro y, además, de comparar, aunque soy de las que pienso que el libro siempre es mejor que la película. No siempre una imagen vale más que mil palabras.
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