Amigos y algo más, de Ana Álvarez

Amigos y algo más es la tercera novela de la serie "Amigos", de Ana Álvarez. Aunque se puede leer de forma independiente, yo antes de nada recomiendo encarecidamente que se lean las anteriores, pues aunque la novela se entiende a la perfección, creo que se necesita conocer al completo familia Figueroa para conocer su esencia y enamorarse aún más de ellos. Algo que es inevitable.

Dicho esto paso a dejar mi opinión, que haciendo un gran resumen, diría que me ha encantado.

Ana ya me enganchó a su escritura con su primera publicación, pero con la primera novela de esta serie, ¿Solo amigos?, fue con la que me rendí totalmente a ella y a su magnífica pluma.

Desde mi punto de vista, la sencillez y elegancia con la que escribe la autora es uno de los motivos por los que gusta y llega tanto; a mí por supuesto, y creo que a todos los lectores que la conocemos y la hemos disfrutado.

Tiene una forma especial de escribir con la que transmite cada sentimiento de los personajes. En todas las que he leído de ella hasta ahora, he sentido en mi alma cada emoción que ha descrito, y ésta no ha sido menos.

Crea personajes bastantes reales que es imposible no apreciar. Situaciones, escenas y diálogos muy buenos y trabajados, y ambientaciones tan naturales como bien descritas.

Amigos y algo más es la historia de Hugo, uno de los hermanos Figueroa. El mas sexy, malote, independiente y mujeriego de ellos. Es el típico prota que te hace babear desde el primer momento, y de los que entiendes al cien por cien,  por qué cae rendida la protagonista...

Hugo trabaja en un bar de copas de Sevilla desde hace años, y un día cualquiera de trabajo entra en él una chica que parece que viene de un convento y con cara de estar muerta de miedo, diciendo que es la nueva dueña de Alveares... algo que a Hugo le va a traer muchas diversiones y desafíos.

Inés es dicha chica. Criada en un pequeño pueblo por su tía solterona, ve cómo su vida cambia cuando se entera, tras fallecer su tío, que la ha dejado como su heredera.

Así que dispuesta a cambiar su aburrida vida, se presenta en Sevilla para trabajar en su herencia. Lo que no espera es encontrar allí, es semejante sitio y con un camarero tan... peligroso.

La historia entre Inés y Hugo engancha del primer al último capítulo. Es una relación que comienza poco a poco, que hace reír mucho por el carácter tan divertido de Hugo y emociona por la empatía que sientes por Inés.

Son personajes entrañables a los que les he cogido mucho cariño, de los que deseaba seguir leyendo su historia para ver como terminaba, y a la vez no quería terminarlo para no dejar de saber de ellos.

Es una novela para no perdérsela, eso está claro. Yo la he disfrutado muchísimo, entre otras cosas, porque es superbonita y muy sensual, de las que se cuece a fuego lento y va dejando ese regustillo en el cuerpo que gusta tanto y que hace que sea especial.

Por otro lado, como fan y admiradora total que soy de esta familia, me ha encantado leer más sobre los demás personajes que aparecen en las novelas anteriores y también en las que vendrán después. Los adoro, y saber de ellos un poco más es como reencontrarme con mis propios seres queridos. 

Solo me queda dar las gracias a la autora por seguir dándonos a sus lectoras mas sobre Los Figueroa. Y darle también mi enhorabuena por haber conseguido crear una gran historia otra vez.