Cuando leo una novela de Lola Rey, sé de antemano que me va a sorprender. Lo que ha escrito hasta ahora, sea del subgénero que sea, sin duda lo ha hecho.
Con Toda la verdad, no sólo me ha sorprendido sino que me ha dejado alucinada. Así, tal cual.
La autora cambia totalmente de registro con esta historia yéndose a la novela romántica actual. Y por si fuera poco, la trama en que envuelve la novela es un tema que yo no he visto hasta ahora en un libro de nuestro género. Trata un tema que me fascina y que me llama muchísimo la atención, y en mi opinión ha sabido introducirlo perfectamente en el engranaje de lo que es una novela romántica. Este tema es la ufología.
Rachel, la protagonista, es una periodista que se dedica a investigar todo lo relacionado con ovnis. Es una mujer segura de sí misma, pero sabe que su profesión no es siempre tomada en serio. A menudo la tachan de loca o visionaria, como a todos los compañeros que trabajan en su campo. Junto con Dennis su amigo, socio y compañero, dirige una revista mensual en la que publican cada caso de importancia que encuentran.
En medio de una batalla mediática con su archienemigo, Rachel recibe un aviso de algo insólito cerca de su ciudad. Sin dudarlo, ambos se dirigen al lugar señalado para investigar... Sin sospechar que el dueño del lugar no les pondrá nada fácil el acceso.
Chase Elliot es un rudo granjero que no está dispuesto a que su hogar se convierta en un circo. Y para ello, hará lo posible por mantener a Rachel lejos del lugar. A pesar de la fuerte atracción que siente hacia ella...
La insistencia de Rachel para salirse con la suya lo enfada tanto como lo fascina. Así que a pesar del miedo de ambos y las evidentes diferencias que existen entre ellos, las chispas que se saltan en el ambiente cada vez que se encuentran, es algo que también deben investigar como algo insólito... E increíble.
Fascinante. Esta sería la palabra con la que resumiría la novela.
Ambos personajes están muy bien definidos, y desde el principio dejan claro su posición y punto de vista, y por más vueltas que le daba mientras leía a cómo podría acabar esto, la autora ha sabido enlazar sus almas sin cambiar su forma de ser. No, no son personajes que cambien de la noche a la mañana. Ambos se mantienen en sus trece de principio a fin, por lo que la autora consigue darle coherencia a la historia, sin duda.
La ambientación, como explicaba antes, es arriesgada para llevársela a este género, y agradezco mucho a la autora que lo haya hecho, ya que me encanta descubrir algo diferente, y a la vez demostrar que esta autora puede con todo.
Para mi gusto ha logrado crear una historia superoriginal e interesante que recomendaría sin ninguna duda.
Por todo ello: enhorabuena Lola Rey.
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