Libro 1º de la saga de "Los King y el amor"
"Miranda Wade no tenía nada, excepto un pasado que estaba decidida a superar, y la esperanza de que su nuevo trabajo junto a Nathan King le permitiera iniciar una nueva vida"
Curiosidad: Hasta el año 1995, Emma Darcy era el pseudónimo del matrimonio formado por Frank y Wendy Brennan. A la muerte de Frank, Wendy continuó (en solitario) escribiendo novelas. Pasión impredecible, es una muestra de ello.
Elizabeth King, es una mujer fuerte y decidida. Está harta de esperar a que sus hijos encuentren a sus medias naranjas y decide poner remedio. Aprovechando que el puesto de director del completo turístico ha quedado vacante, contrata a Miranda Wade. Cree ver en ella la otra mitad de su primogénito. Es guapa, lista y con clase. El trabajo no puede llegar en mejor momento para Miranda. Necesita dar un cambio a su vida, tras un desengaño amoroso, y dos años alejada de la civilización la atrae especialmente.
Nathan King, es un hombre duro como la tierra australiana. Cuando su mirada tropieza con Miranda Wade, quiere conquistarla a toda costa. Tiene poco que ofrecer y Miranda tiene pocas ganas de escuchar, pero están destinados a estar juntos...
Este primer libro de la saga puede leerse de forma independiente. Al final del mismo, la autora deja la puerta abierta al romance del segundo de los hermanos King, Tommy.
La historia de la familia King y sus ancestros, está entrelazada en toda la serie. Son unos espectaculares personajes secundarios. El imperio de los King abarca tierra, mar y aire. En Broome, la matriarca Elizabeth y su hijo Jared, se dedican al negocio de las perlas. Nathan, vive entregado a su rancho ganadero y Tommy divide su tiempo entre la King Air, dedicada a los helicópteros y pequeños aeroplanos, y el centro de vacaciones.
Metida ya en materia, tengo que reconocer que la relación entre Nathan y Miranda me ha robado el corazón. Me encantan sus duelos dialécticos. Son vibrantes, apasionados y poseen un gran magnetismo sexual. Es la química, en estado puro.
Desde su primer encuentro, tanto Nathan como Miranda sienten una atracción instantánea. Físicamente, me recuerdan a dos felinos: Fuertes, elegantes y de mirada impenetrable.
Nathan, está unido a la tierra que le vio nacer. Su visión de la vida es muy simple. Quiere vivir el momento con Miranda, sin complicaciones. Miranda, por su parte, tiene miedo de relacionarse con Nathan pero no puede quitársele de la cabeza. Juntos, pasito a pasito, irán descubriendo el amor verdadero.
La forma de escribir de la autora, tan auténtica y directa, hace que no puedas levantarte de la silla ni para beber agua. La historia de amor entre Nathan y Miranda, está llena de frases que marcan: "Acepta llevar este anillo, y el sol jamás se pondrá en mi amor por ti". Uffff....
Al igual que la novela, la ambientación es preciosa. Siempre me ha llamado mucho la atención Australia con su estupenda combinación de mar y montaña. Me atraen mucho sus cañones, mirando a la nada en la mitad de una planicie roja, las paredes de sus cuevas testigos del arte de los aborígenes, su mar cristalino y sus playas sin fin. Adoro los colores que llenan el cielo al ocaso. La parte romántica que hay en mí, no quiere acordarse de la estación de lluvias o del espantoso calor... sólo ve lo que quiere ver.
Pasión impredecible, retrata a la perfección la Australia de mis sueños.
Os recomiendo, antes de leer la novela, echar un vistazo al Parque Natural de Purnululu y a soñar...
Mi puntuación es 4,9/5
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