Una herencia muy especial, de Carrie Alexander

Libro 3º de la serie "El Club de las Chicas Vaqueras"

"Laramie Jones pensaba que había heredado un rancho en Wyoming... un sueño hecho realidad. Pero el lugar en cuestión era una casa vieja y destartalada, con unos animales igualmente viejos y flacos, además de un atractivo vaquero.

Un enfrentamiento con un toro había dejado a Jake Killian temporalmente fuera de combate, aunque todavía estaba preparado para la guerra de sexos al estilo vaquero. Jake apostó con ella a que no era capaz de mejorar el rancho, pero iba a disfrutar mucho viendo cómo lo intentaba..."

A Laramie Jones le ha llegado la hora de echar raíces. No encuentra el sitio al que pertenece y siempre ha fantaseado con regresar a Wyoming. Toda su infancia ha transcurrido de aquí para allá. Con una madre, que un día se llamaba Sana Shakira y otro Arcoiris Milagroso y un padre, desaparecido, no ha tenido una infancia fácil. La herencia cae como llovida del cielo. De la noche a la mañana se convierte en la copropietaria de un rancho, El Lazy J.

Jake Killian, tiene el cuerpo lleno de heridas y moratones. De su último rodeo ha salido muy malparado. Durantes unos días tiene que estar fuera de la circulación. Necesita un refugio para recuperarse de sus heridas y de paso, perder de vista a unos matones. Herederar la mitad de la casucha y de los terrenos de su padrasto, le viene como anillo al dedo.

En el despacho del abogado Jake no puede quitarle la vista de encima a Laramie. Salvo por su pelo negro, no ve ningún parecido con Buck Jones. En esta primera toma de contacto, Laramie está fascinada porque ha conocido a su primer vaquero y Jake, no ve más allá que una señoritinga con un aspecto muy diferente de las rubias con las que suele congeniar...

Desde que emprenden camino al rancho, Jake comprende el ansia que tiene Laramie por establecerse y empieza a mirarla con otros ojos. Se establece entre ellos una tierna camaradería, mientras intentan sacar adelante lo que queda de su herencia...

Con Una herencia muy especial, Carrie Alexander pone punto final a la serie de las tres amigas que soñaban desde la infancia en convertirse en vaqueras. Esta novela es una oda a la amistad. Una amistad que a pesar del tiempo y de la distancia, es fuerte y sólida como un roble. Grace, Laramie y Molly nunca renunciaron a sus sueños y pudieron verlos cumplidos (el epílogo de esta novela es para leerlo dos veces).

Laramie y Jake, han tenido unas infancias muy parecidas. Ellos no lo saben, pero en el fondo tienen los mismos valores. Sólo hay que rascar un poco en la superficie y descubrimos que son almas gemelas. Su necesidad de cariño, de ser aceptados, de tener algo propio por lo que luchar, harán que poco a poco su relación tome un giro. Trabajando codo con codo irán descubriéndose mutuamente y la pasión no tardará en aparecer. No es una pasión arrebatadora pero es tierna y dulce. Me gusta imaginarlos como un brote verde en la mitad del caos.

En cuánto a los secundarios: el mundo loco de la madre de Laramie, es prescindible. Sin embargo, la relación de las tres amigas y el todas para una y el una para todas, me ha sacado más de una sonrisa.

No es necesario seguir la serie en orden. El hilo argumental es muy sencillo.