Libro 10 de la serie "Dulces Magnolias"
"Lynn Morrow estaba decidida a poner un plato de comida en la mesa para sus dos hijos. El que pronto se convertiría en su exmarido había fallado de nuevo a la hora de cumplir con sus obligaciones. Fue entonces cuando entró en escena Mitch Franklin, un insólito caballero de brillante armadura. Mitch había adorado a Lynn en el pasado. Ahora en ella no solo veía a la dulce chica que se le había escapado, sino a una mujer desesperada por recibir algo de apoyo. Mientras que acudir al rescate de Lynn y sus hijos fue algo que hizo de manera espontánea, también fue lo suficientemente sensato como para animarla a encontrar su propio camino… que con suerte la conduciría a sus brazos"
Lynn está en pleno proceso de divorcio tras mil años de matrimonio. Tiene dos hijos, Lexie de 14 años y Jeremy de 10. Ed, su futuro exmarido, no se parece en nada al hombre con el que se casó. Ed no le pasa la pensión para los niños y Lynn a duras penas, puede llegar a fin de mes. Trabaja en una tienda de ropa a tiempo parcial y el sueldo no da para mucho.
Mitch es viudo y tiene criados a dos hijos pero no es ningún viejales. Ha estado casado durante 22 años con Amy, su amor de siempre y no ha podido ser más feliz. Pero Amy ya no está y tras unos cuantos meses empinando un poquito el codo ha enderezado su vida. Trabaja como contratista y su nuevo cliente es la vecina de Lynn.
Mitch y Lynn han ido juntos al colegio y siempre han tenido una buena relación. Mitch viendo las penurias a las que se enfrenta Lynn decide ofrecerle un empleo. Esto desata la ira de Ed que siente que le están pisando el terreno. Esta reacción de Ed no la entiende nadie, ni Lynn, ni Mitch, ni yo...
La novela es sencillita a más no poder pero se deja leer. Todo el argumento gira en torno a Lynn: sus dificultades de llegar a fin de mes, el rechazo de sus hijos hacia su padre, los ojitos que le pone Mitch, sus dudas al respecto, las broncas que tiene con su ex...
Encuentro chocante la actitud de Mitch, por un lado quiere iniciar una relación formal con Lynn pero por otro no parece que haya superado la muerte de Amy. Forma piña con Lexie y Jeremy casi enseguida. De hecho, no está clara si lo suyo con Lynn va a llegar a buen puerto, pero su vida diaria acaba entrelazada con la de Lynn (y sus tartas).
Para las que no hayan leído ningún harlequin de esta serie, no es extraño que de vez en cuando se reúnan las Dulces Magnolias y arda Troya. Las Dulces Magnolias, son un grupo de amigas-vecinas que le dan a los margaritas con gusto y acaban por soltarse lenguas y melenas. De estas reuniones suele salir un plan de ataque para resolver asuntos varios y es que para bien o para mal, Serenity es un pueblo pequeño y todos se conocen, por tanto, los cotilleos están a la orden del día pero no suelen ser dañinos. A mí personalmente, me cargan bastante, huelo esa rancia condescendencia y me dan ganas de salir corriendo.
He estado un buen rato dándole vueltas a la puntuación que le doy a la novela. Un regular me parece escaso y un bueno excesivo, así que, haciendo gala de que en el término medio está la virtud, mi puntuación es 2,5/5
LILIAN
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