Solo con un beso, Marion S. Lee

Libro 2º de la bilogía Entonces tú

Cualquiera podría creer que Winnie Bradley está viviendo exactamente la vida que quiere vivir: estudia lo que le gusta, su familia la quiere, su novio está lleno de planes para el futuro... Sin embargo, una serie de eventos inesperados hace que decida regresar a casa, en Clarendon, sintiéndose la sombra de quien solía ser, en un intento por reencontrase a sí misma.

Cualquiera podría pensar que Sergei Lévedev es un hombre sin pasiones. A pesar de haber heredado una fortuna considerable, su vida y su tiempo transcurren en el pequeño bufete en el que ha volcado todo su esfuerzo, sin plantearse demasiados cambios ni cuestionarse si eso es todo lo que necesita para sentirse realizado.

La invitación a la boda de su mejor amiga, Aliena Ruslan, hace que Sergei rompa su norma de «no vacaciones» y que acepte pasar unos días en el pueblo en donde esta vive con su pareja, Frank.

Cuando Winnie y Sergei se encuentran por primera vez en la casa de Frank y Ali, ella está intentando que no se note su tristeza, él está intentando que no se note que ser sociable no es su fuerte. Y, aunque no parecen tener nada en común...

Cuando leí Hasta que tú llegaste hubo un personaje que se quedó prendido en mí y estaba desesperada por leer su historia: Sergei. Por fortuna, la autora decidió que este hombre increíble tenía que tener su propia novela, su propio romance, y nos ha regalado una preciosa historia de amor con una protagonista a su medida, Winnie.

Tanto Sergei como Winnie son dos personajes que han pasado lo suyo. Ambos son tan reales que, llegado un momento, te crees su pasado y sus circunstancias como si fueran de carne y hueso. 

Otra de las cosas que señalaría de esta pareja es la relación de igualdad, confianza y respeto, la evolución de la relación sencilla y creíble y la absoluta compenetración. Ella aporta lo que a él le falta y él sana las heridas de ella con dulzura y mucho amor. Una pareja entrañable que quedará sin duda para siempre en mi memoria.

Algo que me ha tenido absorta ha sido la pequeña intriga que hay en la trama, lo que aporta, sin duda, dinamismo y tensión, muy de agradecer por cierto para que la historia de amor fluya entretanto.

Por otra parte, la autora mejora con cada libro que escribe. Su narración, sus diálogos, que desde su primera novela me cautivaron, en esta me han embelesado por completo. La lectura resulta ágil y amena. Y me maravilla la increíble capacidad que tiene esta escritora para hacerte visualizar cada situación.

Creo que Marion S. Lee es una autora con un potencial tremendo. En muchos trozos de sus novelas, su escritura, su forma de narrar me recuerda enormemente a Nora Roberts. Quizá sea por la manera que tiene de meterme en la historia, por sus protagonistas, por las ambientaciones que propone... Sea como fuere, creo que hay que tener muy presente a esta escritora, pienso que conseguirá sorprendernos a medida que vaya publicando nuevos libros.

Recomiendo totalmente esta preciosa novela, y no os perdáis tampoco la primera parte de esta bonita bilogía, si es que no la habéis leído aún.