El título me gustó cuando lo vi y como además me lo prestaban, me he decidido a leerla. Contrariamente a lo que pensaba, no me ha enganchado lo suficiente, aún así voy a comentarla.
Ike Grantham es un hombre bastante raro, por llamarlo de alguna manera. Vamos, un excéntrico, diseñador para más datos, que tiene una casa antigua. Digamos que es el que da pie, cuando desparece, a una historia de misterio y asesinatos, posibles fantasmas y esqueletos en las bodegas.
Tess es una protagonista que no ha terminado de llenarme. Pero desde luego es la que maneja toda la trama porque se encuentra en una casa y a su alrededor empiezan a surgir los problemas: una desaparición, unos vecinos que no piensan bien de ella, unos posibles crímenes, malintencionados comentarios sobre que en la casa pueden existir fantasmas e incluso un esqueleto en la bodega de la misma.
Andrew Thorne es el vecino incordiante, dedicado a la arquitectura y con una niña pequeña. Choca con la protagonista porque no se fía de los verdaderos motivos por los que ella está en la casa de Ike. Justamente uno de sus antepasados es el fantasma que, según los cotilleos populares, ronda por la casa.
Dolly es la hija de Thorne y creo que este personaje está bastante bien definido aunque a veces la describe como demasiado precoz. Me gustan las novelas donde salen niños porque dan bastante juego si se sabe llevar, pero me desagradan las criaturas de pocos años que casi hablan como los adultos y son más inteligentes que muchos.
Harl es otro de los personajes secundarios imprescindibles en la historia. Es el primo de Thorne. Veterano de la guerra de Vietnam y antiguo policía, pone el punto de investigación en la novela.
La verdadera acción comienza cuando una noche Tess descubre un esqueleto y se abren las incógnitas de si puede ser el cadáver del antepasado de Thorne o, tal vez, el del desaparecido Ike, del que no se ha vuelto a saber nada.
Con este argumento creo yo que se podría haber conseguido una historia estupenda y llena de momentos de intriga y tensión, pero no es así. La historia da vueltas pero no llega a ninguna parte.
Los personajes no me han llenado, ni siquiera el de Thorne que debería haber sido más carismático y atractivo pero que me ha resultado un tanto insípido.
La historia de romance entre los protagonistas no está definida del todo, o al menos yo no la he visto definida, seguramente es que tengo otros gustos y lo que pido es enterarme de que realmente hay una relación.
En fin, que me ha resultado un poco sosita y un tanto aburrida, tal vez porque esperaba encontrarme con una novela en la que el misterio fuera el que llevara la voz cantante y no he encontrado nada de eso.
Mailo
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