La universidad ofrece a Lily escapar de su ciudad natal, Coral Beach, y lo hace sin mirar atrás. Sin embargo, se ve forzada a regresar para preservar los arrecifes de coral que tanto ama. Volver, significa para ella enfrentarse de nuevo a su pasado y, lo peor de todo, a Sean McDermott.
Siendo adolescentes, Lily sentía que la sangre hervía cuando miraba a Sean, siempre seguro de sí mismo, atractivo y triunfante. Las cosas no han cambiado demasiado con el tiempo porque cuando se vuelve a encontrar con él, resurge su atracción… y su antagonismo.
Analizando la personalidad de la protagonista, vemos que ha tenido una infancia-adolescencia un poco difícil, por eso cuando puede escaparse de Coral Beach, lo hace sin ninguna duda y sin pensarlo dos veces, para estudiar en la universidad lo que siempre le ha entusiasmado. Como casi siempre que una protagonista escapa de su pasado, el autor se empeña en que regrese a él, como en este caso. El motivo es uno al que no puede hacer oídos sordos: salvar el arrecife de coral que ama por encima de todo.
La profesión de la protagonista me ha parecido muy interesante, tan lejos de la típica chica de oficina, la modelo o la que sólo piensa en subir peldaños. Ella es una trabajadora nata y adora su profesión. Por eso se pone una venda en los ojos y regresa, aun a sabiendas de que puede volver a encontrarse con un hombre que dejó huella en ella: Sean.
El héroe de esta historia, Sean, se ha convertido en el alcalde. Conoce lo importante que es para la zona conservar la belleza natural del arrecife de coral, que está en peligro. También él está decidido a preservarlo, aunque sabe que eso significa volver a darse cara a cara con Lily.
Aquí, en este encuentro, es cuando comienza lo interesante. Lily ya no es la sosita adolescente de otro tiempo, sino que se ha convertido en una profesional y, sobre todo, en una hermosa mujer y apasionada en cada uno de sus sentimientos, que no esconde.
Me ha gustado, sobre todo, la relación entre ambos. Tienen que trabajar codo a codo y les es imposible dejar a un lado los recuerdos de su pasado, que resurge con más fuerza.
No es la primera vez que, en una novela, nos encontramos con la sosita adolescente convertida en una mujer de armas tomar y bella como pocas. Es normal, por eso estamos hablando de novela romántica. Y por eso, el protagonista, que antes no la había hecho demasiado caso, se encuentra ahora preso de sus deseos, de una atracción que le arrastra sin que nada pueda hacer, y surge el romance. Es lo que se pide, ¿verdad? Pues la autora nos lo da de un modo estupendo.
Tengo que descubrirme ante el modo dinámico en que esta escritora nos cuenta la historia mezclándola con lo que pasa en los laboratorios, con cierto misterio incluso, dejando que seamos los lectores los que vayamos descubriendo la forma de ser de cada personaje. Es una historia interesante porque, además nos da una lección sobre lo mal que estamos cuidando nuestro planeta.
Particularmente, me gusta aprender siempre algo cuando leo una novela, sea o no romántica. En ésta he aprendido sobre biólogos y fondos marinos, y me ha resultado muy entretenido.
Si a eso se le suma que la relación entre los protagonistas está fenomenalmente descrita, que vemos sus miedos y sus dudas, su recelos y sus ansias, estamos ante una narrativa completa que no te deja abandonar el libro ni un momento.
Se me olvidaba decir que los personajes secundarios también me han gustado, aunque a algunos desde luego no les he tomado ningún cariño, sobre todo porque la autora nos enseña, de forma extraordinaria, lo que puede llegar a ser una persona que solamente piensa en su lucro personal, en este caso, ampliando un puerto que, en apariencia va a dar trabajo a los lugareños pero que, en realidad, va a llenarle los bolsillos a él. Hablo de Ferrucci, un tipo al que he acabado odiando de veras.
Sólo puedo decir que me ha entusiasmado esta historia (ojo, eso no quiere decir que no haya opiniones en contra o que se encuentren demasiadas explicaciones sobre el trabajo de la protagonista, que a algunos pueden cansar).
Yo la recomiendo porque me parece que está bien escrita, por la competencia entre los protagonistas, las explicaciones fáciles de entender para un neófito en los temas de la biología. Y por si fuera poco, por una preciosa historia de amor que a mí no me ha defraudado.
Me queda claro que seguiré leyendo a esta autora.
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