(Besos y más besos 2)
Una historia sencilla con un componente erótico más que romántico.
La novela, ambientada en Madrid, es narrada en primera persona por Gina, su protagonista, quien se crea un mundo a su medida a base de mentiras; pero como las mentiras, como se suele decir, tienen las patas cortas, al final la burbuja terminará estallando haciendo peligrar aquello que más ama. Tal vez fuera ese el problema, que su vida no tenía ningún sentido hasta que apareció él, el buenorro de Fernando (buenorro en todos los sentidos, claro).
La trama se desarrolla con fluidez en una lectura amena, y quizás con demasiada celeridad en el final, dejándonos un poco con la sensación de haber contado con la presencia de un "Deus ex machina", una varita mágica que lo soluciona todo en el último momento.
Los personajes están bien definidos, aunque debo decir que no empeticé mucho con Gina, que me pareció una mujer emocionalmente inestable y poco madura, y a pesar de que termina haciendo las cosas bien, no veo claro que haya dado un paso de madurez. Fernando es un solete, si bien al final te dan ganas de darle un par de sopapos. La pareja que más me ha gustado han sido Laura, la amiga de Gina, y Roberto, el chófer, pues la química entre ellos es palpable. Y, como personaje, Juanillo, que despierta ternura.
Francine tiene un estilo claro, ameno, con descripciones muy acertadas y cierto sentido del humor en situaciones que pueden parecer disparatadas.
¡Una bonita historia!
Marta Luján
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